Alfonso Ussía homenajea a Luis Sánchez Polack «Tip» en el Ateneo de Valencia

El columnista de LA RAZÓN resaltó la figura del humorista valenciano y explicó diversas anécdotas conjuntas en primera persona

El destacado columnista de La Razón y gran escritor, Alfonso Ussía, ofreció ayer en Valencia una conferencia en homenaje al humorista valenciano Luis Sánchez Polack, más conocido como Tip, en la que rememoró historias, anécdotas y curiosidades de este, a la vez que habló de la relación personal que ambos mantuvieron nacida de su colaboración profesional

Los catorce años que Tip, Alfonso Ussía, Antonio Ozores y Antonio Mingote compartieron en «Debate del Estado de la Nación», -programa de radio emitido primero en la COPE y más tarde en Onda Cero- solidificaron una amistad a cuatro repleta de historias que rebelar y de las que Ussía se hizo ayer eco en su discurso.

«Valencia no ha tenido mejor embajador que Luis Sánchez Polack». «Una de las personas más maravillosas e increibles que he conocido». Así comenzó a describir a su compañero, del cual no tardó en destacar su enorma ingenio. Este mismo era el que le permitía utilizar con asiduidad su amplia capacidad de imporvisación, que tanto se le ha atribuido.

Pero nada más lejos de la realidad. Tal y como retrató Ussía, Tip era un hombre totalmente organizado, que preparaba hasta la última coma de su guion, pero quien se permitía incluir nuevas aportaciones sacadas directamente de su tintero, gracias a su amplio bagaje cultural. «Que maravilla ser tan culto y no demostrarlo», decía Antonio Mingote para referirse a Tip. Así lo recordó Ussía, quien coincidió totalmente con sus palabras. Tampoco dejó de remarcar su gran faceta como provocador. «Le divertía desestructurar lo estructurado».

Reflejo de ello fueron las peripecias que Tip protagonizó y que Ussía no dudó en contar en clave de humor. Estas pasaban por bromear con su Majestad Don Juan Carlos de Borbón, y simular que desconocía su indentidad; confundir a la entonces Reina Doña Sofía para dar por finalizada su charla con ella y poder acudir a su habitual cita en el bar Sixto de Madrid.

También contó que llamó a un Guardia Civil «buena mujer» en el arco detector de metales de un aeropuerto. Inventó la primera carrera de bidets de la história, creó su propio idioma con un camarero, y consiguió que un mendigo que había pedido limosna al cuarteto de amigos, acabase pagando el almuerzo al que ellos mismos le habían invitado.

«Su vida era la sorpresa permanente», afirmó Ussía, quien decidió acabar el acto leyendo un artículo propio en recuerdo del doloroso adiós a su amigo entre los aplausos de un Ateneo con lleno absoluto.