Valencia
Alicante y Castellón bloquean los estatutos de Cierval y la abocan a concurso
La patronal se volverá a reunir el viernes para tomar una decisión sobre su futuro
La patronal se volverá a reunir el viernes para tomar una decisión sobre su futuro
Hace poco más de un mes la imagen del presidente de la patronal autonómica (Cierval), José Vicente González, celebrando con los líderes de las tres organizaciones provinciales la refundación de la entidad, ocupó todas las portadas. Los cuatro anunciaron el nacimiento de una nueva Cierval en la que las organizaciones provinciales perdían peso en detrimento de los sectores y de las empresas. Pues bien, aquella imagen ha quedado en papel mojado.
En solo treinta días parece ser que las provinciales de Alicante y Castellón no están convencidas con ese nuevo modelo, puesto que no quieren perder peso en la organización y piden que esta se haga cargo de sus deudas. De esta forma, la reunión del pasado lunes para avanzar sobre los nuevos estatutos de Cierval acabó en desacuerdo y la decisión sobre el futuro quedó aplazada a un nueva reunión este viernes.
La situación estaba ya tensa debido a una deuda con la Generalitat a la que Cierval debe hacer frente el próximo 20 de diciembre. La cantidad a desembolsar es de 700.000 euros y una gran parte de este dinero corresponde a la patronal alicantina (Coepa) y a la castellonense (CEC), aunque ninguna de las dos pueden afrontarla, por lo que la responsabilidad recae en la matriz.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, y José Vicente González, coincidieron ayer en la posibilidad de «ganar tiempo» para alcanzar una solución a la deuda de la patronal autonómica con la Generalitat. El problema es que la Ley de subvenciones valenciana establece que para aplazar este tipo de pagos (además en el caso de Cierval es la segunda vez) se requieren avales a la entidad deudora, y en el caso de Cierval no existen garantías, por lo que la devolución de la deuda no se puede volver a prolongar.
Las fuentes consultadas por este periódico aseguraron que lo realmente necesario sería mantener una «negociación seria» con la Generalitat, puesto que los nuevos estatutos tampoco aseguran la viabilidad de Cierval. «Lo preocupante no es este requerimiento, sino los que quedan por venir».
González insistió en que «cero euros» de esos 700.000 se han producido en la propia Cierval, aunque fueron declarados responsables subsidiarios mediante una interpretación con la que no están de acuerdo.
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