Barberá denuncia que Compromís instiga «acciones belicistas» contra ella

A la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le volvieron ayer a reventar una de sus tradicionales visitas al mercado. Fue en el de Russafa, donde llegó escoltada por un nutrido grupo de simpatizantes y un equipo de gobierno alerta ante la posibilidad de que los altercados vividos la semana pasada en el Cabanyal se repitieran ahora en el céntrico barrio.

Las previsiones se cumplieron, y la candidata popular a la Alcaldía de Valencia recibió los primeros abucheos antes incluso de traspasar la puerta del Mercat. Según el PP, varios de los detractores ya participaron en protestas anteriores.

Entre gritos de «fuera», «ladrones» y «corruptos», Barberá mantuvo la sonrisa y no dejó de repartir saludos y papeletas. Al mismo tiempo, sus seguidores trataban de mitigar los insultos con vítores mientras rodeaban a la edil para evitar agresiones y enfrentamientos.

Pese a que no hubo incidentes graves, la tensión estuvo presente en todo el recorrido, que duró, para martirio de sus escoltas, casi una hora. Hubo clientes y vendedores que se negaron a estrechar su mano - «Eso en todas las campañas le pasa a todo el mundo»- y otros que llegaron a encararse con ella, pero la sangre no llegó al río y la visita acabó como empezó, con una algarabía de gritos, pitidos y «vivas» de las que hacen historia.

A pesar de la incómoda situación, la alcaldesa dijo no sentirse amedrentada. «No se me quitan las ganas», respondía a la pregunta de si el follón no la incomodaba y la hacía replantearse el programa de actos de campaña. Es más, aseguró que en estos lugares es donde recibe más cariño y «abrazos tremendos». Llegó a decir que incluso ha ganado votos de gente «que no pensaban votar por reacción contraria a estas barbaridades antidemocráticas y totalitarias» que se producen y que no representan «la estabilidad del PP». En este sentido, volvió a apuntar a Compromís como instigador de la protesta y lamentó que busquen «la destrucción sin propuestas positivas». Denunció también las «palabras belicistas» que emplean para «tirar a Rita y tomar Valencia». «Está todo preparado para reventar mi campaña electoral. Son antiRita, quieren tirarme del Ayuntamiento, desalojarme».

Por su parte, desde Compromís desmintieron «de manera tajante» las acusaciones de la candidata popular. La coalición negó haber organizado «ningún acto para reventar la campaña electoral de nadie» y explicó que «si la candidata del PP recibe muestras de desafección ciudadana o si los vendedores de los mercados no quieren fotografiarse con ella no es, obviamente, fruto de una estrategia de Compromís».