Iñaki Zaragüeta
Blasco, genio y figura
¿Cómo es posible que no lo previeran? ¿Quién no intuyó que la comparecencia de Rafael Blasco traería cola?
¿Cómo es posible que no lo previeran? ¿Quién no intuyó que la comparecencia de Rafael Blasco traería cola?
¿Cómo es posible que no lo previeran? ¿Quién no intuyó que la comparecencia de Rafael Blasco traería cola?. Cualquier conocedor de su personalidad podía pensar que el exconseller de los Gobiernos de Francisco Camps (PP) y antes de Joan Lerma (PSOE) aprovecharía la ocasión para dejar su impronta de persona experimentada en eso de la política y de las alcantarillas de los partidos.
Dicho y hecho. Sus declaraciones estallaron ante sus señorías parlamentarias hasta dejar atónitos a quienes se habían marcado como objetivo humillarlo y alardear de sacar sus presuntas vergüenzas al aire. No, fue él quien logró los titulares, cual búmeran, contra sus acosadores, especialmente los socialistas.
Blasco negó conocer las supuestas maniobras del PP para su financiación (nunca tuvo cargo orgánico de relevancia) pero desveló lo ya conocido aunque olvidado, respecto a la financiación del PSPV hace 25 años. Por el contrario, subrayó que conocía las misivas dentro del PSPV pidiendo el diez por ciento de las adjudicaciones públicas cuando gobernaba.
Sí, sí, se refería a cuando un representante de la Ejecutiva socialista valenciana envió una circular escrita, impensable hoy, alertando a todos sus alcaldes y concejales de la Comunitat para que controlaran la contratación directa de servicios municipales: recogida de basuras, alumbrado, planes generales de ordenación urbana. ¿Para qué? Lo expresaba la carta «...podría suponer una fuente extra de financiación...». Blanco y en botella.
Por más argumentos que hayan intentado taponar las consecuencias, la declaración no le ha venido bien al socialismo ni a la izquierda valenciana. Como dice el rico refranero popular «alguno fue por lana y salió trasquilado». En fin, Blasco, genio y figura. Así es la vida.
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