Iñaki Zaragüeta

BONIG-ORTIZ A CALMAR LAS AGUAS

Me ha sorprendido que el comentario de este gallinero sobre el revuelo interno promovido en el grupo popular de la Diputación de Valencia, fuera a provocar una especie de tsunami mediático contra su portavoz, José Ramón Adsuara

La Razón
La RazónLa Razón

Me ha sorprendido que el comentario de este gallinero sobre el revuelo interno promovido en el grupo popular de la Diputación de Valencia, fuera a provocar una especie de tsunami mediático contra su portavoz, José Ramón Adsuara

Me ha sorprendido que el comentario de este gallinero sobre el revuelo interno promovido en el grupo popular de la Diputación de Valencia, fuera a provocar una especie de tsunami mediático contra su portavoz, José Ramón Adsuara, mediante una campaña que, según mis noticias, no pasan de ser intoxicaciones contra su figura. «La Dirección regional del PP debería tener cuidado con todo ello -apunta mi amigo Rogelio- porque a la calle Génova, sede nacional de los populares, llegan susurros de que en la cúpula del PPCV, no habría demasiado disgusto si se produjera un fracaso de Pablo Casado en las próximas elecciones del 10-N». ¡Ojo!, añado yo, que esto suena extremadamente grave. Isabel Bonig y Eva Ortiz deberían empeñarse en calmar las aguas.

Expreso mi sorpresa porque en aquellas líneas refería exclusivamente el desazón, temor y disgusto porque Madrid obligaba a incluir como asesor del citado grupo en la Diputación de Valencia a Óscar Gamazo en perjuicio de uno de los que ya ocupan ese puesto «en caso de que no hubiera elecciones generales». Ahora, todo se puede arreglar si el PP obtiene cuatro escaños en lugar de tres el próximo 10-N. Así Gamazo sacaría el acta de diputado y «pelillos a la mar». Eso sí, siempre que la candidatura no sufra cambios respecto a la del 28 de abril.

Mientras, Adsuara seguirá en su sitio siempre que no se produzcan circunstancias personales imprevistas.

En cualquier caso, esta guerrilla interna no favorece la imagen de unidad que un partido debe ofrecer de cara a unas elecciones, ni creo que sea del agrado de Pablo Casado y su lugarteniente Teodoro García. Así es la vida.