Cerco a la corrupción

Bonig pide que no se utilice el dolor de las víctimas del metro

La decisión de la jueza Nieves Molina de no reabrir el «caso del metro» ha sido duramente criticada por los partidos de la oposición. Manifestaciones que no comparte la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, quien pidió ayer a estos grupos políticos que deben de «utilizar la tragedia y el dolor de las familias de las víctimas».

A Bonig, la causa del metro le llega heredada, el accidente se produjo en 2006 y ella es consellera desde 2011. No obstante, cuando volvió a saltar a la opinión pública las denuncias de la Asociación de Víctimas del Metro, la consellera no esquivó el asunto y además de mostrar su colaboración con la Justicia, quiso pedir perdón «por si algo no se hizo bien».

Insistió ayer en que los tribunales han decidido ya en tres ocasiones cerrar el caso e incidió en que ni siquiera la Fiscalía, que fue la que solicitó reabrirlo, tomó en cuenta las informaciones relativas al supuesto adoctrinamiento al que fueron sometidos los técnicos que declararon en la Comisión de Investigación de Les Corts. Bonig afirmó que además de que los hechos podían haber prescrito, la Fiscalía determinó que no eran constitutivos de delito.

Por su parte, el actual presidente de Les Corts, Juan Cotino, vicepresidente del Consell y conseller de Agricultura en el momento del accidente, se defendió en una entrevista en RNE sobre las «acusaciones y calumnias» realizadas desde «algunos medios y los grupos de la oposición» sobre su intervención en los días posteriores a la tragedia. «Se ha dado a entender que yo era prácticamente que yo llevaba el metro. Yo era conseller de Agricultura, no tenía absolutamente nada que ver».

Algunas familias han asegurado que Cotino fue el que les ofreció las indemnizaciones y, afirman, que a cambio de silencio.

La Fiscalía puede recurrir la decisión de la jueza y también las partes. De hecho, el PSPV avanzó que estudia presentar una nueva denuncia ante la Fiscalía para que se reabra la investigación.