Política

Iñaki Zaragüeta

Casado impone su poder

Hay personas, especialmente políticas, que piensan una cosa, sienten otra y actúan sabe Dios cómo

La Razón
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Hay personas, especialmente políticas, que piensan una cosa, sienten otra y actúan sabe Dios cómo

Hay personas, especialmente políticas, que piensan una cosa, sienten otra y actúan sabe Dios cómo. A juzgar por sus obras, el presidente nacional del PP, Pablo Casado, no se libra de este apartado. Lo digo por la contradicción entre su modo de obrar y el compromiso adquirido en el discurso de su elección de contar con todos para el futuro, con quienes le habían votado y con quienes habían optado por Soraya Sáenz de Santamaría. Nada más lejos de la realidad si analizamos sus decisiones a la hora de elaborar los cabezas de lista a la elecciones generales del 28 de abril.
Al menos en la Comunidad Valenciana. Si en todas las regiones ha exhibido el mismo comportamiento, dudo que haya fortalecido su liderazgo, máxime cuando las encuestas le auguran el peor resultado desde que Manuel Fraga refundó Alianza Popular cambiando el nombre por el que permanece hasta hoy. Aquí, al menos, la discrepancia con Isabel Bonig respecto a los nombres del primer puesto es pública. Siempre se ha dicho que la desunión sólo trae consecuencias negativas.
Es posible que, desde la perspectiva orgánica haya acertado y haya preferido asegurar la fidelidad del grupo parlamentario por si las cosas vienen torcidas. Ha hecho lo mismo Pedro Sánchez, aunque éste había sufrido los efectos de ir contra corriente entre los suyos. Espero, de cualquier forma, que la acción de Casado no sea consecuencia de pensar en la debilidad que le pueda deparar la decisión ciudadana dentro de cuarenta días.
En fin, si la coherencia consiste entre lo que se es y lo que se piensa, nos queda mucho por contemplar. Así es la vida.