CONSELLERIA EN LLAMAS

Quizá no exageran quienes afirman que la gestión de Vicent Marzà se distingue por tener la «Conselleria en llamas». Su gestión se ha distinguido por aplicar al sector de la Educación toda la ideología de izquierdas, aversión a la iniciativa privada y aplicación anticatólica ha sido el santo y seña, la guía de su actuación.

No le ha temblado el pulso contra los colegios concertados para que los padres no puedan elegir centro para sus hijos. No le ha importado su preferencia, por más que su partido, Compromís, se harte de proclamar la participación de los ciudadanos en la actuación pública. Será que sólo considera ciudadanos a sus votantes. Provocó concentraciones multitudinarias en toda la Comunitat.

Qué decir de la implantación de la jornada continua, distorsionando así eso que se denomina ahora la conciliación familiar porque cada vez más los padres trabajan por la tarde. O la eliminación de elegir un colegio fuera de su barrio.

Las universidades privadas no se han librado del azote Marzà. Sus alumnos no podrán acceder a las prácticas en las privadas. Como si sus progenitores o ellos mismos no pagarán impuestos.

Y clama al cielo que haya sacado a licitación la construcción de barracones, que tanto criticaron, hasta ensañarse, al Gobierno del PP.

El hecho es que unos cuantos causas escandalosas de su gestión se encuentran aceptadas por los tribunales, porque atentan contra las libertades de los valencianos.

Objetivo, controlar a través de la educación a las generaciones venideras. ¿Qué esperábamos?. Así es la vida.