Política

Alicante

Dársena, amarre gourmet del arroz

El mar y la tierra se fusionan con el arroz en un juego de tendencias que saca a la luz el lado (in)domable de sus sabores. El barómetro gustativo al final de la sobremesa registra la máxima satisfacción

El vibrante estribillo de la carta de arroces implica dependencia y llegan a convertirse en un auténtico bálsamo
El vibrante estribillo de la carta de arroces implica dependencia y llegan a convertirse en un auténtico bálsamolarazon

En un mundo gastronómico polarizado la movilización es de obligado cumplimiento. La reciente entrega del Premio «Salvador Gascón» al restaurante Dársena por parte de la Asociación Valenciana de Periodistas y Escritores de Turismo se convierte en la coartada perfecta.

Dicen que rendir homenaje es una forma de gratitud. Las deudas a los pioneros de la gastronomía se pagan y obligan más que nunca. El maestro Salvador Gascón junto con otros históricos restauradores como Antonio Pérez Molina «Perete» fundador del restaurante premiado, padre del actual administrador Antonio Agustín Pérez Planelles, pavimentaron el camino gourmet de las arrocerías creando escuela.

La comida alrededor de un arroz es una fuente de afecto incondicional y tiene efectos beneficiosos, tanto para la salud emocional como para la curiosidad del paladar. Dársena(Marina Deportiva, Muelle Levante, 6. Alicante) es un establecimiento de referencia para todos aquellos que quieren conocer sus secretos. El mar y la tierra se fusionan con el arroz en un juego de tendencias que saca a la luz el lado (in)domable de sus sabores. La carta de arroces describe a grandes rasgos la universalidad de su cocina. Se atreven con todo. Uno para cada momento. El acertado dominio del cómo, el cuándo y el cuánto se manifiesta desde el primer instante.

No fallan nunca. Sólo tienen que preocuparse cual elegir. Una y otra vez, el vibrante estribillo de la carta de arroces implica dependencia. Y llegan a convertirse en un auténtico bálsamo.

Tras probar la sinfonía de arroces que ofrecen en la carta, en un tiempo (no) muy lejano llegaron a tener más de 100, el paladar late desbocado. La visita permite abordar la pasión por el arroz con hálito creador, sin sobrepasar los diques de la lógica culinaria.

Gastronomía de alto cabotaje, sin necesidad de balizas culinarias, donde sus comedores se convierten en un astillero gastronómico que repara paladares desahuciados, procedentes de otros puertos, de manera cotidiana. El barómetro gustativo al final de la sobremesa registra la máxima satisfacción.

Como testigo impertérrito del «photoshop» urbanístico al que ha sido sometido el frente marítimo, en las cinco últimas décadas, se ha convertido en un lugar con genética ocular privilegiada, para disfrutar del placer de la comida mirando al mar, que abraza al puerto deportivo y se convierte en un escenario grandilocuente.

Si quieren vivir una travesía gastronómica con certidumbre, bienvenidos a bordo, leven platos con rumbo al disfrute. Siempre en primera línea, con una tripulación comprometida y profesional que nos acerca al buen gusto. Por su vista lo conoceréis, por el arroz lo disfrutaréis. Al pasar por el cercano Casino, escuchamos hagan hueco señores. Qué razón tienen. Sin duda.

Aunque todos hablamos de la dificultad de saber dónde se come el mejor arroz en Alicante, hay más que motivo, la visita a este restaurante puede servir para empezar a resolver ciertas dudas. Dársena, amarre gourmet del arroz.