Iñaki Zaragüeta

De la sorpresa y el error

La Razón
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No seré yo quien le niegue a nadie el derecho a equivocarse. Dicho esto, puedo opinar sobre el error como una consecuencia de la sorpresa provocada por algo nuevo e inesperado. Es lo que parece imperar entre los dirigentes del PSPV y el Bloc a juzgar por la reacción ante las revelaciones sobre la presunta financiación irregular de los dos partidos.

Viene a cuento por la respuesta dada desde las filas socialistas a este nuevo escenario pidiendo la revisión de todos los contratos que las empresas compinchadas con el PSPV y el Bloc hayan tenido con el resto de formaciones políticas y crear una Comisión de Investigación en Les Corts Valencianes no sólo para escrutarles a ellos sino para hacerlo con todos los partidos. En cinco palabras «poner en marcha el ventilador».

Lo calificó de error, siempre en mi opinión, por tres razones fundamentales. Una, porque en lugar de ocuparse de arreglar su entuerto, decide acostarse y compartir la misma cama del PP, agobiado por sus numerosos casos judiciales. Dos, porque el planteamiento de investigar a todos contradice al del PSOE, que siempre se ha opuesto en el Congreso a hacer lo propio cuando ha sido propuesto por el PP. Y tres, por la inutilidad de las Comisiones de Investigación en los Parlamentos, especialmente si las causas se encuentran «sub judice». Sólo sirven para «vendettas» personales y efectos mediáticos, sobre todo gráficos.

El hecho de que el «affaire» les haya cogido por sorpresa y haya dinamitado el proyecto de campaña electoral sobre la corrupción en el PP, no debería a renunciar a aquella idea de Baltasar Gracián «conviene más no errar una, que acertar ciento». Creo que estoy de acuerdo con él. Así es la vida.