Déficit autonómico
El conseller de Sanidad, durante su visita a las Unidades de Consejo Genético y de Endoscopias del Hospital General de Elche
La Diputación de Valencia volvió a dar cuenta ayer de su buena salud financiera, ya que presentó la liquidación presupuestaria de 2012 con un superávit de 46,3 millones de euros, cuatro más que la del ejercicio anterior. Además, el ahorro neto fue de 97,7 millones, frente a los 69,3 que se registraron en 2011.
El diputado de Hacienda, Máximo Caturla, celebró que estos datos están dentro de las previsiones del Plan Económico para garantizar la solvencia de la institución. En esta línea, aseguró que han pasado de pagar de 50 días a 40. Cuenta, sin embargo, con 900 facturas pendientes por un valor total de 4,6 millones de euros.
Además de dicho documento, el Pleno de la Corporación que dirige Alfonso Rus aprobó ayer por unanimidad exigir al Gobierno central y al autonómico regular un mapa de servicios mínimos bancarios para que ningún municipio se quede sin sucursal, a propuesta del grupo socialista.
El propio Rus indicó que 17 localidades de la provincia perderán sus bancos, por lo que se reunió con un representante de Bankia, que le garantizó la colocación de un cajero automático en alguna de las dependencias de los Ayuntamientos y la visita de un minibús habilitado como tal al menos una vez por semana.
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