Sociedad
El sueño del bebé
Su llanto expresa lo que necesita, no llora para manipularnos. La mejor forma de ayudarle a relajarse es tomarlo en brazos, hablarle dulcemente y darle el pecho
Su llanto expresa lo que necesita, no llora para manipularnos. La mejor forma de ayudarle a relajarse es tomarlo en brazos, hablarle dulcemente y darle el pecho
Nuestras costumbres, actuaciones y creencias, están más influenciadas por la cultura y «sabiduría popular» en la que hemos crecido que por la ciencia. De todas las especies de mamíferos, la cría humana es la que nace más inmadura, necesita tener cerca a su madre para cubrir sus necesidades, que expresa a través del llanto.
Durante nueve meses ha estado dentro del vientre de su madre, ha percibido su olor y calor, cuando nace debe habituarse al medio exterior y no hay mejor forma de adaptarse que sentirse cerca de su madre, el contacto físico es necesario y fundamental para su buen desarrollo emocional y afectivo.
Su llanto expresa lo que necesita, no llora para manipularnos, no subestimemos al bebé, ellos no tienen un pensamiento lógico, su conducta es básica no intencionada, los lóbulos frontales que forman la parte del cerebro racional no están lo suficientemente desarrollados, no llora con intención, sino por un acto primario, llora porque se siente mal. Reclaman más atención y lo expresan de la única forma que saben, llorando.
A última hora de la tarde, cuando se acerca la noche, es cuando más cansados están, necesitan relajarse de toda la ansiedad acumulada tras un día lleno de visitas, ruidos, luces...habrá que tranquilizarlo, cogerlo, arroparlo, acunarlo y no dejarlo llorar, el llanto sin consuelo no enseña nada al bebé, ni le sirve para ensanchar sus pulmones. Si así fuera los médicos recomendarían a los pacientes con insuficiencia respiratoria llorar todos los días media hora.
La mejor forma de ayudarle a relajarse, a calmarse, es tomarlo en brazos, hablarle dulcemente y darle el pecho que, no solo le calma el hambre, sino también le hace sentir seguro. Succiona para relajarse, estar cerca de su madre, oír su corazón, sentir su calor le calma y relaja porque se siente protegido, resguardado. Acunarlo, hablarle, acariciarle, darle besos es criar bien, no es malcriar.
El bebé no quiere fastidiar, reclama ayuda porque no se siente bien y dejarlo llorar no es la mejor forma de reaccionar ante un ser tan indefenso.
Acostumbrarlo a dormir dejándolo llorar no es una práctica de enseñanza saludable, por supuesto que después de algunas noches con lágrimas el niño se duerme. Ha aprendido a través de la frustración y no por ello va a ser más independiente, los bebés son seres dependientes, todo proceso tiene un desarrollo, necesita aprender a calmarse para dormirse, los padres enseñan con paciencia y respetando el propio ritmo de cada bebé mediante formas de contacto cercano y hábitos saludables de sueño.
Todo es cuestión de tiempo y entre lágrimas y tiempo, escojo está última. Por supuesto el que los padres no descansen repercute negativamente en el niño, sobre todo porque vivimos en una sociedad que no se plantea el que la madre descanse a la vez que el niño.
Compatibilizar la atención al bebé con la calidad del sueño de los padres, solo se consigue a mí entender a través de la crianza natural, que no es otra que alimentar al bebé con leche de su propia especie, que facilita los ciclos de sueño y protegiendo al bebé al estar cerca de su madre. Su olor le ayuda a volver a dormirse, la succión al pecho, le alimentará y le ayudará a relajarse y volver a conciliar el sueño. El colecho es una forma de que todos descansen bien, pero es necesario hacerlo de forma segura, la próxima semana hablaremos de ello.
✕
Accede a tu cuenta para comentar