Literatura
«Es de una gran cortedad de miras decir que la cultura es de izquierdas»
María Jesús Puchalt. ESCRITORA. Acaba de publicar «Mar de azahar», su primera novela, que supone un cambio en la actividad que hasta ahora desarrollaba: la política. Amante de las letras, pretende apearse en breve de la cosa pública para dedicarse al arte de escribir.
-Su primera novela editada, pero no su primer trabajo literario.
-Escribo desde hace muchos años. Siempre que me recuerdo a mí misma, lo hago llena de libretas y de papelitos. Creo que empecé a aficionarme por las redacciones del cole. Mi madre era maestra nacional y me tenía horas escribiendo en la mesa de la cocina; luego, a los quince años escribí una novelita que no he vuelto a encontrar, y a los veinte me aficioné al mundo de los toros y escribí unas entrevistas con matadores. Lo siguiente fueron unos cuentos infantiles cuando nació mi hija, y luego me metí en política y no tenía tanto tiempo, además de que tenía cierto pudor porque ya estás en boca y en manos de mucha gente... y luego llegó esta novela.
- Como concejala en Valencia y luego diputada de Cultura por el PP habrá oído muchas veces ese cliché de que la cultura es de izquierdas.
-Yo creo que es un tópico. Determinados intelectuales de izquierdas te lo dicen con una arrogancia y una soberbia que a mí me molesta. Intelectuales hay en todas partes, en la izquierda y en la derecha, y hay que tener cortedad mental para decir que los intelectuales son míos porque la educación es mía y la cultura es mía. Yo creo que esto debe estar muy superado y la gente que sigue pensando esto es idiota, con perdón. Por que hay gente que escribe de maravilla en la derecha y hay gente que escribe de maravilla en la izquierda. La ideología no te hace la pluma más ligera.
-Es inevitable contextualizar su novela en el panorama político actual. Las protagonistas de su obra cometen errores. ¿Qué errores ha cometido María Jesús Puchalt?
-He cometido muchos errores, y me arrepiento. Errores personales y algunos profesionales. Hay cosas de las que me arrepiento y que no volvería a hacer.
-¿Si volviera a nacer para vivir la misma vida, volvería a pagar los mil euros?
-Pues yo creo que sí. Porque yo cuando los pagué, lo hice convencida de que tenía que pagarlos. Y estoy convencida de que lo tenía que hacer y volvería a hacerlo una o cien veces. Yo no soy responsable de las imbecilidades que dice determinada gente sin ninguna credibilidad. Yo no soy responsable de lo que diga la señora Alcón, ni de lo que digan personas que no han repetido y que quieren hacer pensar que no han repetido porque no pagaron. No, no, no. Esto es al revés. ¡Claro que pagaría los mil euros! Yo tengo veinte años de trayectoria política detrás que ni puedo ni quiero borrar, aunque escribiera mil novelas.
-¿Puchalt deja la política o se divorcia del PP?
-Yo no sabía si este mandato iba a repetir en lista. Y en ese momento pensé, pues si repito, bien, y si no también. Luego repetí y en ello estoy. No sé hasta cuándo voy a estar. Lo que sí sé es que, aunque todo esto se arregle, no estaré la próxima legislatura.
- ¿Y en el partido?
-Pues supongo que tampoco. Continuaré toda mi vida votando al PP, porque no voy a renegar de mis ideas a mis años, pero creo que prefiero permanecer como estoy ahora, de una forma más independiente.
- Y hasta que pueda vivir de la literatura, ¿va a ejercer la abogacía?
-No. Cuando deje de llevar esta vorágine de vida quiero tomarme una temporada de relax en la que continuaré escribiendo. Me gustaría compatibilizar colaboraciones en prensa o en radio. Yo no necesito tanto dinero para vivir como una persona más joven, con hijos pequeños. Mi casa está pagada, mi marido tiene trabajo... creo que quiero que lo que haga tenga relación con el mundo cultural, pero hasta para decidir eso me tomaré mi tiempo.
- ¿Cuánto ha tardado en escribir la novela?
-Dos años y medio. Yo quería contar la historia de Lucía y tuve un flash y escribí el primer capítulo. Luego paré tres o cuatro meses porque creo que el resto aún no estaba macerado, y lo retomé después y ya salió todo de corrido.
- ¿Se identifica con algún personaje en particular?
-Con todos. De forma que al final de la novela sufrí mucho.
-¿ Y de las dos hermanas con cuál se identifica más?
-Con las dos, según el momento de mi vida. Con Lucía me identifico en la primera parte, con esa inseguridad, con esa juventud, con esa necesidad de agradar a todo el mundo. Y me identifico con las displicencias absurdas del carácter de Leonor y con la distancia que mantiene con la gente. Y también me identifico muchísimo con Rosario. Cuando se escribe una novela intimista como ésta, es difícil no poner mucho de ti.
-Yo pensaba que su primera novela sería negra...
-No, yo no podría hacer novela negra, aunque me gusta muchísimo. Yo al principio no leía novela negra porque tenía el tópico ese de considerarlo la puerta de atrás de la literatura, sin darme cuenta de que en España había unos autores de negra fantásticos, pero que no viene a raíz de la trilogía de Larson, si no que ya estaban antes, como Montalbán. Y un día pensé que algo estaba pasando, y es cierto que fue a partir de Larson, porque todo el mundo llevaba el libro bajo el brazo. Y probé y descubrí un mundo maravilloso. Y a partir de ahí pensé que era el momento de crear el premio de novela negra en la Diputación, que ya va por la cuarta edición, aunque no sé si estos lo continuarán. Pero no la escribiría porque para escribir novela negra hay que tener una mente muy especial. Creo que nunca sería capaz de crear un asesino.
-¿Cuáles son sus escritores de referencia?
-Hay muchos. Mi novela es «Cien años de soledad». Escritores: Ángeles Mastreta, Allende, Zoé Valdés. En España, Pérez Galdós, también el Reverte de «El maestro de esgrima».
-¿ Y su segunda novela?
-Ya tengo unos noventa folios. También será de sentimientos, pero diferente.
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