Economía
Feria Valencia se divide en dos entidades para separar el recinto del negocio
En pocos meses, probablemente después de verano, Feria Valencia ejecutará una revolución en su organización. La empresa se dividirá en dos partes: una que asumirá la concesión del recinto ferial y otra que será la comercializadora, es decir, la que realmente lleve el negocio de la institución (organización de certámenes, búsqueda de nuevos clientes, eventos, etcétera).
Con esto se consigue eliminar el enorme peso que supone el inmovilizado del recinto -nada menos que de 600 millones de euros, que deberá pagar la Generalitat valenciana- del balance de la sociedad ferial, y crear una nueva compañía que sea la que realmente asuma las cuentas del negocio.
Además, esta sociedad, que será una entidad sin ánimo de lucro, dedicará parte de su beneficio a la financiación de la otra, es decir, a la que posee la concesión del recinto, que a su vez será también la que reciba las subvenciones públicas. En principio, se prevé que la plantilla pase también a ser gestionada por la sociedad de nueva creación.
El presidente de Feria Valencia, Alberto Catalá, anunció ayer al Patronato de la entidad este cambio en la estructura societaria, que supone toda una revolución en una institución que cuenta ya con una larga historia. La propuesta fue aceptada con agrado por todos sus miembros puesto que se prevé que la institución gane en agilidad y, por supuesto, en credibilidad de cara a pedir financiación externa en el caso de que sea necesario.
Hasta ahora, la Feria pedía a los expositores los pagos meses antes de la celebración del certamen pero, en el actual contexto, muchas de las empresas ya están aduciendo falta de recursos para devengar con tanto tiempo de antelación.
Por ello, la institución no descarta tener que recurrir a financiación bancaria en el futuro, para lo cual será mucho más efectivo presentar un balance sin un inmovilizado tan importante.
Pérdidas repetidas
Además, son ya varios ejercicios de pérdidas los que arrastra la institución, por lo que se espera que esta nueva propuesta sea una solución. Catalá presentó al Patronato las cuentas del año pasado, que se cerraron con unos resultados negativos de 4,5 millones de euros y una caída de los ingresos del 23,3 por ciento.
Debido a estos rendimientos, la directiva de la Feria no cesa en su búsqueda de nuevas vías de negocio y de adaptación a los clientes. El presidente anunció ayer que la próxima edición del certamen de moda infantil, FIMI, se celebrará de forma multilocalizada, es decir, no solamente en Valencia, sino en las ciudades en las que más reclamen los expositores. «Se trata de saber qué quiere el cliente de nosotros», señaló Catalá.
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