La externalización de Cacsa estará lista para verano de 2014 y será por 15 años

La Generalitat ha dado el primer paso en firme para la externalización de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa). Las empresas interesadas, de las que el Consell tiene constancia, tendrán cuatro meses para presentar sus ofertas. La adjudicataria conseguirá la gestión conjunta del Museo Príncipe Felipe, el Hemisfèric, el Oceanogràfic, el Ágora y las zonas comunes del complejo durante 15 años. El Palau de les Arts es el único edificio que queda fuera de esta externalización. Hasta el día de hoy, solo el Oceanogràfic está gestionado por esta fórmula público-privada y «ha dado buenos resultados», aseguró el conseller de Economía, Máximo Buch.

Las empresas interesadas tendrán cuatro meses para presentar sus ofertas y la Generalitat prevé que la nueva gestión de Cacsa entre en funcionamiento antes del próximo verano, aunque la introducción de nuevos contenidos será gradual.

La sociedad gestora pagará a Cacsa un canon inicial, otro fijo y otro en función de los ingresos obtenidos. «No se dará al mejor postor, se tendrá muy en cuenta el plan director presentado». Las cuantías de los cánones no se harán públicas hasta que el Consejo de Administración de Cacsa apruebe el pliego.

El Consell ha creado una comisión encargada de revisar los procesos de externalización de empresas públicas . De momento, únicamente la externalización de la VIU tiene posibilidades de seguir el mismo camino que Cacsa, según aseguró el vicepresidente José Císcar.

También se refirió a la cadena humana que entró en Vinaròs. Dijo que en el mejor de los casos participaron 5.000 personas, lo que se traduce en un 0,1 por ciento de la población.

Silencio cómplice

Sí que le preocupa que el acto contara con el apoyo de personas representativas de partidos políticos con presencia en Les Corts. Tras mostrarse en contra de la independencia catalana, exigió a los líderes de la oposición que se pronuncien de manera clara respecto a esta cuestión. «A algunos les gustaría que la Comunitat formara parte del territorio catalán. Es un silencio cómplice».