LA IZQUIERDA SE CONTRADICE

Cuanto más radicales de izquierda, cuanto más comunistas, por unas razones o por otras, más parece gustarles los países capitalistas. La ex diputada de la CUP, Anna Gabriel, lo acaba de demostrar, pero no es el único ejemplo. Así se comportan también cargos institucionales de Podemos en el Ayuntamiento de Valencia. Resulta curioso que responsables políticos –perdón por no poner responsablas– cuyo objetivo es llevar a España a regímenes como Venezuela, Cuba o Corea del Norte, a la hora de refugiarse o viajar, se inclinen por Suiza o Nueva York en lugar de los paradisíacos parajes caribeños o los exóticos del Lejano Oriente de las citadas naciones, de donde no la van a extraditar. No quiero pensar que lo de los Alpes sea por los mismos motivos que las grandes fortunas del mundo. O, como plasmaba el maestro Ussía, por el chocolate.

Refería también la anécdota de la concejala podemita de Valencia Pilar Soriano cuando todos los españoles se encuentran trabajando se tomara unos cuantos días de vacaciones para visitar, junto a su asesora, la ciudad de los rascacielos exhibiéndose por Manhatan a través de las redes sociales.

Al igual que Anna Gabriel, presenta la contradicción de lo que quiere para los valencianos y, si pudiera, para los españoles, no lo desea para sus ratos libres. Sus querencias ideológicas son hacia Maduro, Castro o Kim Yong-un, pero sus preferencias personales van hacia las versiones más capitalistas y, desde luego, con mayor libertad, ésa que nos privarían si estuviera en sus manos. Así es la vida.