Investigación científica
Las bacterias del útero influyen en el éxito de un embarazo
Un estudio pionero descubre que la variación de la composición de la flora bacteriana en el útero y la vagina abre un gran abanico de posibilidades para mejorar las expectativas de embarazo. Se podrán corregir las descompensaciones mediante la administración de probióticos (no antibióticos) y elevar la tasa de éxito en los tratamientos de medicina reproductiva
Un estudio pionero descubre que la variación de la composición de la flora bacteriana en el útero y la vagina abre un gran abanico de posibilidades para mejorar las expectativas de embarazo. Se podrán corregir las descompensaciones mediante la administración de probióticos (no antibióticos) y elevar la tasa de éxito en los tratamientos de medicina reproductiva
Un estudio pionero del Instituto Bernabeu de Alicante, en colaboración con la Universidad de Nueva York, ha desvelado que la población bacteriana del útero influye decisivamente en el éxito o fracaso de un embarazo.
Esta es una de las últimas investigaciones científicas que han sido presentadas en el III Congreso Internacional «Meeting the Experts», organizado por el Instituto Bernabeu en Alicante, con decenas de especialistas en medicina reproductiva de distintas partes del mundo.
Este estudio sobre el microbioma del útero (la población de bacterias) se ha realizado a partir de 265 muestras provenientes de 48 pacientes, y constituye una de las líneas más modernas en este ámbito de la salud reproductiva, ya que hasta hace relativamente poco tiempo se creía que el útero era una zona aséptica donde no había bacterias.
La directora científica del Instituto Bernabeu Biotech, Belén Lledó, ha explicado que «el microbioma de las mujeres que sufren fallos en la implantación (de embriones) y abortos de repetición temprana es diferente» a las del resto.
De esta manera, la identificación y descripción de esta población bacteriana en el útero y la consiguiente corrección de las descompensaciones mediante la administración de probióticos (no antibióticos) ayuda a elevar la tasa de éxito en los tratamientos de medicina reproductiva.
El estudio del microbioma se ha convertido en «una valiosa herramienta más para comprender la interacción entre el embrión y el útero» y el tratamiento posterior para compensar la población bacteriana ayudará a elevar las tasas de éxito de las mujeres que desean tener un bebé, según la ginecóloga y codirectora médica de Instituto Bernabeu, Andrea Bernabeu.
La experta añade que, aunque aún «se sabe poco», la variación de la composición de la flora bacteriana en el útero y la vagina abre un gran abanico de posibilidades para mejorar las expectativas de embarazo.
Esta línea científica a partir del denominado segundo genoma, el bacteriano, se inició hace tres años con la colaboración del especialista David Keefe, de la Universidad de Nueva York, partiendo del hecho de que por cada célula humana hay nueve bacterias.
El director del Instituto Bernabeu, Rafael Bernabeu, ha recordado que hasta ese momento se consideraba cierto que el útero era aséptico, aunque ahora se ha demostrado que «no es así».
Los estudios liderados por su centro de investigación aclaran «si el útero de la mujer contiene una población bacteriana hostil o favorable a la consecución del embarazo» y, por lo tanto, los riesgos de que haya dificultades en la implantación del embrión y posibles abortos prematuros o esterilidad.
Al conocer esta situación, los científicos pueden corregir las carencias y pasar a compensar la presencia de bacterias a partir de probióticos que facilitan el éxito del tratamiento reproductivo.
El congreso internacional también ha tratado las posibilidades de la inteligencia artificial (IA) en la selección embrionaria, asunto en el que el director de Relaciones con los Clientes de la farmacéutica Merck, el argentino Diego Ezcurra, ha apostado por las bases de datos gigantes («big data») para predecir con exactitud la tasa de implantación y, por tanto, el éxito en un tratamiento de reproducción asistida.
A partir de la comparación de «trillones» de datos de otros pacientes, la IA ayuda a los médicos a determinar cuál es el mejor óvulo, espermatozoide y embrión para los mejores resultados.
Ezcurra explica que tradicionalmente la selección de los gametos o embriones se hacía «a ojo» del experto médico pero ha advertido de que se trata de un criterio subjetivo y no científico que la IA ayuda ahora a superar.
«La inteligencia artificial no mejora la calidad del material genético pero sí aporta observaciones mas precisas basadas en miles de millones de datos previos, y determina cuál es la mejor opción para una paciente en particular», ha indicado.
Esto evitará, a su vez, que la mujer que acude a una clínica tenga expectativas erróneas sobre si tendrá un bebé y, al mismo tiempo, reduce el tiempo del tratamiento, disminuye el riesgo de embarazos múltiples y de los abortos, así como el costo del tratamiento.
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