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Iñaki Zaragüeta

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La Razón
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Le deseé lo mejor, el éxito, cuando fue designada directora general de la nueva televisión autonómica. A Empar marco se lo deseé de corazón. Sin embargo, desde el comienzo de su gestión parece empeñada en fracasar, porque el fracaso está garantizado si desarrolla un medio para unos pocos valencianos. Es la impresión que da casi desde el minuto primero cuando se decidió por una denominación «À Punt» claramente catalanista, al igual que la elección de algunos directivos.

Me sabe fatal escribir desde la discrepancia sobre un instrumento nuestro, pero las obras no dejan resquicio para lo contrario. De nuevo ayer dio motivos para la discrepancia, especialmente procediendo de una persona inteligente como ella. «Los medios públicos, en referencia a À Punt radio y televisión, son tan necesarios como la Sanidad y la Educación». ¡Toma ya!.

Empar, solamente una simple consideración ¿qué traumas y perjuicios provocó en la sociedad valenciana su ausencia en estos últimos años y en los anteriores a la creación de RTVV? Ninguno.

¿Qué daño hubiera producido la privación de la Sanidad y la Educación públicas? Demasiados, hasta ser inconcebible hoy una sociedad en España sin estos servicios. Me refiero a la Sanidad y Educación.

Lamento hacer estas sencillas reflexiones, pero la deriva conduce a la incertidumbre, más aún cuando en tan solo un año ya se han vulnerado los presupuestos por exceso y la pretensión es elevarlos en el futuro hasta sabe Dios cuánto. Gracias a que, al parecer, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no está por la labor de sangrar más los contribuyentes. Un acierto doble si añadimos a ello el estrepitoso fracaso de audiencia. Imagino que, tras las palabras de Marco, no se hallaba la eliminación de los medios privados. Así es la vida.