Payasadas contra el dolor

«La alegría no sustituye a la medicina, pero complementa». Sara Pons, pediatra del hospital Doctor Peset de Valencia trata de explicar la labor de Payasospital, una asociación sin ánimo de lucro que lleva dos décadas llevando sonrisas a los niños ingresados en centros hospitalarios. «Las actuaciones de los artistas son muy beneficiosas porque reducen los niveles de estrés y de ansiedad y mejoran el estado anímico revirtiendo positivamente en su estado de salud», asegura Sergio Claramunt, fundador y director artístico de Payasospital.

Explica que cada una de estas intervenciones están totalmente profesionalizadas. «Tenemos reuniones previas con el equipo sanitario para conocer el estado en el que se encuentra el pequeño y poder amoldarnos a sus necesidades». Esta profesionalización se consigue con una formación permanente y continua que inicialmente se basa en más de trescientas horas de enseñanza multidisciplinar repartidas en tres meses de duración. Formación básica en medicina, normas de higiene en los hospitales, funcionamiento de un centro hospitalario y su jerarquía, introducción a la psicología, recursos artísticos, cursos avanzados en ‘clown’, metodología y observación del trabajo de payasos senior de la asociación, componen los conocimientos específicos básicos.

«Siempre trabajamos en pareja, cuando llegamos nos cambiamos y empezamos con el momento ‘serio’, lo llamamos el momento ‘sin nariz’, a puerta cerrada nos reunimos con el personal sanitario, nos comunican cómo está cada niño, tanto el estado anímico como el hospitalario, y con toda esa información, nosotros ya nos ponemos la nariz y hacemos la visita del doctor payaso habitación por habitación. Luego recorremos todos los servicios pediátricos, desde neonatos hasta consultas externas, pasando por urgencias».

Estos días Payasospital cumple veinte años de vida en los que ha llevado a cabo 270.000 atenciones en menores. 41.000 horas de trabajo junto a familiares y equipos médicos que dan para muchas anécdotas. «Recuerdo a un niño de cinco años que me dijo: ‘Tú vas a tener problemas’. ‘¿Por qué?’, le pregunté. ‘Porque detrás de ti hay un dinosaurio’, me respondió. Y empezamos a jugar a que había un dinosaurio en la habitación».

«Muchos niños cuando les damos el alta les dicen a sus padres que no se quieren ir del hospital hasta que no pasen los payasos. Así que los días que vienen, tenemos a pequeños que, estando de alta, no quieren moverse de su sitio hasta que no les visiten los payasos», cuenta Sara Pons.

Y esa fascinación se extiende en el tiempo. «Uno de los primeros niños que atendimos se acaba de unir a nuestro equipo. Recientemente hemos hecho un ‘casting’ y Adrián Calero, que así se llama el chico, nos contó que fuimos a verlo cuando era muy pequeño a La Fe. Él iba en bicicleta, se cayó y se abrió la cabeza. Ahora es uno de los nuestros», cuenta Sergio Claramunt.

Fue en París, ciudad en la que realizó sus estudios de teatro, donde Claramunt conoció una asociación que trabajaba con niños en centros sanitarios. Allí se formó como payaso de hospital «y fue apasionante». Sin embargo, cuando regresó a Valencia y vio que aquí no existía nada parecido comenzó a moverse para poder hacer este trabajo de forma profesional. Así que Payasospital comenzó su andadura en 1999 y desde entonces trabaja de forma regular con ocho centros hospitalarios de la Comunitat, el Hospital General de Castellón, el de La Plana de Vila-Real, el Clínico de Valencia, La Fe, el Doctor Peset, el de San Juan, el hospital General de Alicante y el General de Elche.

Actualmente, la asociación cuenta con un elenco fijo de 24 artistas profesionales y con 48 artistas voluntarios que colaboran con ellos de forma altruista fuera del entorno hospitalario.

En estas dos décadas de actividad, las actuaciones terapéuticas de la asociación se han desarrollado principalmente en las unidades de Oncología Pediátrica, planta de Pediatría, UCI, Urgencias Pediátricas y Consultas Externas.

Aunque en las dos últimas décadas las atenciones han experimentado un incremento gradual hasta llegar a un máximo de 27.833 en el año 2008, entre el año 2012 y 2015 Payasospital perdió más de la mitad de sus donaciones y redujo a 6.700 el número de sus intervenciones. «Estuvimos a punto de cesar la actividad por falta de recursos, pero hicimos pública nuestra situación y tanto particulares como empresas se volcaron con nosotros. Gracias a la solidaridad de la gente hoy podemos seguir repartiendo sonrisas entre los pequeños con más ilusión que nunca», recuerda el fundador de la ONG.

Hoy en día llevan a cabo un total de 62 visitas mensuales, lo que posibilita alegrar a 2.000 menores hospitalizados.

«Los payasos desdramatizan el entorno hospitalario y los niños mejoran más rápidamente de su enfermedad. Pero no solo actúan para los pequeños, también tratan y calman a quienes les acompañan», cuenta la doctora Pons. Parafraseando a Charles Dickens: «Es una ley de la compensación justa, equitativa y saludable, que así como hay contagio en la enfermedad y las penas, nada en el mundo resulta más contagioso que la risa y el buen humor».