Política

Puig y Bonig se ofrecen pactos imposibles

El presidente pide al PP que se tome en serio un acuerdo por la Educación y la líder de la oposición le ofrece seis medidas que no caben en el Botànic

Puig y Bonig, que mostró una foto de Oltra en una protesta de un colegio que aún no se ha construido
Puig y Bonig, que mostró una foto de Oltra en una protesta de un colegio que aún no se ha construidolarazon

El Debate de Política General de la Comunitat Valenciana sirvió una vez más para escuchar dos relatos antagónicos. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dibujó una Comunitat donde la ciudadanía está de acuerdo con las políticas educativas del Consell, donde la situación económica mejora, donde se escucha y se dialoga, donde la confianza en la economía se recupera, donde los sectores más vulnerables han recuperado derechos y donde los valencianos ya no se avergüenzan de sus políticos. Fueron dos horas de anuncios poco sorprendentes, pero que siguen a pies juntillas el espíritu del Pacto del Botànic basado en más gestión pública y más atención social.

En las antípodas, el discurso de la síndica popular, Isabel Bonig, a quien hay que reconocerle el mérito de darle vida a una sesión que prometía poco con una intervención que consiguió exasperar al jefe del Consell.

Aún así ambos dirigentes quisieron hacer ver que están dispuestos al diálogo, que son partidos de Gobierno que saben llegar a consensos. Puig le pidió a Bonig que tomen en serio el Pacto de la Educación y dejen de hacer «ataques a la desesperada».

Por su parte, Bonig le ofreció al presidente un plan de fomento del valenciano en zonas castellano hablantes y otro de «inmersión lingüística» para que uno de cada cinco colegios públicos den el 80 por ciento de sus clase en inglés. Además, defendió un pacto por la financiación local y un acuerdo para bajarle los impuestos a los valencianos con la bonificación del de Sucesiones y rebaja del de Transmisiones.

En materia de empleo, propone que la tarifa plana para los autónomos se prolongue durante dos años y, en materia sanitaria, blindar por ley los plazos máximos de listas de espera en intervenciones quirúrgicas.

Bonig no obtuvo respuesta, algo esperado con tan solo escuchar el discurso de Puig donde no se encontró medida alguna que pudiese cuadrar con las propuestas de la popular.

Hizo alusión a la lenta salida de la crisis económica, a la tensión territorial, «que va más allá del conflicto catalán» y a las nuevas amenazas del terrorismo global. No faltó la alusión al cambio de modelo de financiación y al lastre que supone el actual sistema para la Comunitat Valenciana. «Los valencianos no lloramos, sino que exigimos lo que nos corresponde». Además, aprovechó la relevancia que da la tribuna en esta sesión para «desmontar» un argumento usado de manera reiterada por el PP. «Sí, los populares fueron los únicos que votaron en contra del modelo de financiación actual», pero sus enmiendas eran aún peores para la Comunitat Valenciana, defendió ante la indignación de los populares.

Resaltó los grandes logros conseguidos de su Gobierno, dio un repaso por todas las áreas y realizó algún anuncio que, al fin y al cabo, venía a confirmar medidas ya emprendidas. Ratificó que la concesión del departamento de Salud de Dénia-La Marina seguirá los pasos de la Ribera. «No es una decisión ideológica, sino que lo único que busca es defender los derechos de las personas».

200 nuevos colegios

También avanzó un plan de construcción de 200 colegios con una inversión prevista de 700 millones, anticipándose así a una de las principales críticas del PP. En los próximos días, la Conselleria de Educación publicará una norma para establecer el marco de actuación de este plan. Serán los Ayuntamientos los que tomen el protagonismo porque deberán solicitar la infraestructura e iniciar las obras.

Así mismo, reiteró medidas ya anunciadas por la vicepresidenta Mónica Oltra en materia de dependencia, como el aumento de personal para tramitar las ayudas y se comprometió a doblar el presupuesto para el Avalem Joves Plus. Además, se iniciarán los trámites para que el Gobierno central reconozca la conexión aérea entre Castellón y Madrid como servicio público. Este compromiso provocó una gran algarabía en la bancada popular, que no tardó en recordar cuánto denostó a los partidos que ahora gobiernan esta infraestructura.

Por su parte, Bonig acusó al presidente de «mentir sistemáticamente en sede parlamentaria» y lamentó que al Consell le guste trabajar poco. Es la única explicación que la popular encuentra a que el Gobierno valenciano haya dejado de ejecutar 1.253 millones, con los que «se podrían construir 250 colegios nuevos o acabar los la lista de espera sanitaria o de dependencia».

Camino nacionalista

Bonig optó por desvelar en el Debate de Política General las conversaciones que ha mantenido con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para mejorar el diálogo con el Consell. Dijo que fue ella la que le pidió a Rajoy que recibiera al presidente porque «por encima de todo están los intereses de los valencianos». Así, solicitó a Puig que se aleje de la «agitación y la propaganda» que desenvoca en el nacionalismo y que promueven sus socios de Compromís. «Abandone el engaño y la agitación a las masas, no sea el primer presidente que vendió a esta bendita tierra a los nacionalistas».