Ramón Llin admite que nadie leía los informes de Emarsa

La concejala del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de Valencia, María Ángeles Ramón Llin, acudió ayer a declarar por segunda vez en la causa que se sigue a raíz del presunto saqueo de la entidad pública Emarsa.

La edil fue interrogada esta vez por las defensas de algunos de los imputados, quienes incidieron hasta la extenuación en la supervisión real que los consejeros tanto de Emarsa como de la entidad «madre», la Emshi, tenían de las cuentas de las entidades.

Ramón Llin reconoció que los consejos de Emarsa siempre comenzaban con una introducción de Enrique Crespo y una explicación de Esteban Cuesta, que ella consideraba suficiente, por lo que no llegaba a leer las cuentas y los informes de la entidad, sino que los archivaba después de las reuniones. La actitud de Ramón Llin era también la que seguían el resto de consejeros, ya que nunca nadie dijo nada al respecto.

Ramón Llin también fue inquerida sobre su competencia para formar parte del Consejo de Administración de Emarsa y sobre si sabía lo que era un Consejo de Administración.

La concejala mostró su desagrado con el tono de los abogados en su declaración y dijo desconocer que venía a un examen, aunque manifestó su voluntad de seguir declarando.

Sí que hizo hincapié en que ningún consejero pidió nunca documentación complementaria ni mostró objección alguna, y dijo que su confianza en el gerente era una cuestión de «responsabilidad» aunque ésta no correspondía al hecho de que hubiera sido nombrado por su partido.

Consideró «irrisoria» la cantidad gastada en los regalos que de Navidad de Emarsa y dijo que ningún consejero devolvió alguno.

Reconoció que no vio auditorías hasta el año 2010 «porque actuó con la responsabilidad de un consejero que tiene un consejero delegado».