Ribera Salud minimiza la pérdida de Alzira: el modelo sigue vigente

La reversión del Departamento de Salud de La Ribera, cuya gestión volverá a manos de la sanidad pública el próximo domingo, supone un «pasó atrás porque será volver al modelo tradicional y conservador de hace dos décadas, pero no implica el fin del Modelo Alzira». Así lo expresó ayer el director gerente de este centro hospitalario, Javier Palau, quien criticó la actitud de la Conselleria de Sanidad durante el último año «complicado» y las «calumnias y acusaciones falsas» que se han vertido sobre la empresa concesionaria. «El modelo Alzira ha sido referencia como caso de éxito, pero no ha sido valorado», lamentó.

A su juicio, la decisión adoptada por la Generalitat valenciana ha sido «poco brillante por no haber estudiado más a fondo el modelo y sus ventajas frente al tradicional, o aprender el uno del otro porque han coexistido».

Según Palau, en pleno proceso de reversión un alto cargo de la Conselleria de Sanidad, del que no facilitó el nombre, le dijo que durante el proceso iban a «gastarse un 30 por ciento más para obtener un 30 por ciento menos pero era una decisión política, un pacto de gobierno».

Sin embargo, tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como Montón están convencidos que la decisión tomada es la mejor para los vecinos de la comarca. Según el jefe del Consell, el anterior modelo del Hospital de La Ribera «había fracasado». La gestión que se instaurará a partir del próximo domingo «es un nuevo impulso.

Un punto que Palau puso ayer en duda, pues contó que el sistema informático Orión de gestión de pedidos, que la Conselleria implanta desde noviembre en el hospital, «el martes no funcionaba y desconozco si lo hará este sábado».

Al respecto, la consellera insistía ayer en recordar que su Departamento realizará una inversión de 5,7 millones para mejorara la tecnología, tanto la vinculada a la oncología, área en la cual hay una «obsolescencia importante» como la referida a atención primaria, con nuevo equipamiento.

Con todo, Palau prometía ayer que la empresa iba a propiciar «una transición tranquila».