Valencia

Valencia recogerá basura orgánica para generar compost y abonar la huerta

Ribó pide a la Sociedad de Agricultores de la Vega que utilice su experiencia en este ámbito

El alcalde Ribó pidió a la Sociedad de Agricultores de la Vega que utilizara su experiencia para el nuevo proyecto
El alcalde Ribó pidió a la Sociedad de Agricultores de la Vega que utilizara su experiencia para el nuevo proyectolarazon

El Ayuntamiento de Valencia prepara para el segundo semestre del año una prueba en un barrio para la recogida selectiva de basura orgánica con la que generar compost que sirva para que los agricultores abonen la huerta de una forma más natural, no con nitratos que acaban contaminando las aguas subterráneas.

Esta decisión fue comunicada ayer por el alcalde, Joan Ribó, a la Sociedad de Agricultores de la Vega (SAV) en un encuentro con su Consejo de Administración, presidido por Ricardo Martínez Valls, una de las adjudicatarias de la recogida de residuos en la ciudad, y la única que cuenta con experiencia en este sentido ya que en sus orígenes ya convertía la basura en abono para los agricultores. Por ello, Ribó explicó que querían aprovechar la experiencia de SAV para retomar la práctica.

La prueba se extenderá posteriormente y paulatinamente a todos los barrios de la ciudad de Valencia.

La recogida selectiva de basura orgánica se realizará mediante la disposición de un nuevo contenedor que será adecuado para que los vecinos no padezcan olores ni molestias por la acumulación en su interior de este tipo de residuos orgánicos.

Ribó dijo que la recogida de basura en Valencia estaba pensada «para quemarla toda» y dijo que esa práctica era «una burrada» y que pretendían cambiarla.

En otro orden de cosas, la concejala de Medio Ambiente de la ciudad de Valencia, Pilar Soriano, también presente en la reunión, explicó respecto a la tala de moreras prevista que «el arbolado de Valencia es viejo, poco sostenible y mal tratado», por lo que el Ayuntamiento iba a proceder a sustituir el arbolado que hubiera superado su «vida útil» que la concejal fijó en 25 años. «Hay árboles de 45 y de 50 años».

Soriano explicó que no se iba a proceder a una tala masiva de 3.000 moreras que ensucian las calles y molestan a los vecinos, sino que se iba a valorar la posibilidad de trasplantarlas, hormonarlas para que no den fruto, y en caso de haber superado su vida útil, talarlas y reponerlas por especies más adecuadas a la vida en la ciudad. El alcalde Ribó apostilló que habían recibido muchísimas quejas de ciudadanos y de asociaciones de padres de alumnos, que pedían que talaran las moreras porque son árboles molestos. También dijo que había habido gente que se había resbalado al pisar los frutos y había sufrido accidentes y lesiones.

La concejala dijo que la gestión del gobierno anterior había sido nefasta y que los árboles habían sido maltratados, y destacó que ahora los alcorques se hacen más grandes.