Valencia
Yo te creo, presidente
La presunción de inocencia quizá es el derecho constitucional más vulnerado en estos tiempos de esta España
Eduardo Zaplana vuelve por fin a su casa tras ser víctima de una condena casi letal. Quien fuera presidente de la Generalitat Valenciana, sin juicio y sin posibilidad de defenderse, ha sufrido una pena con graves consecuencias personales, familiares y sociales. E injusta, porque creo en el comunicado que ayer hizo público proclamando su inocencia y asegurando no tener cuenta en el exterior ni haber cobrado una comisión durante sus responsabilidades institucionales, que es de lo que se le acusa. Hasta la juez, al referirse a la cuenta en Suiza, lo hace con el estrambote «presunta e indiciariamente». ¿Existe o no existe tal cuenta?
La presunción de inocencia quizá es el derecho constitucional más vulnerado en estos tiempos de esta España. Soy de los convencidos, así lo he manifestado cuando he tenido ocasión, que con Zaplana en su domicilio no existía riesgo de fuga, ni destrucción de documentos ni propósito de seguir delinquiendo –los tres supuestos para la prisión provisional– por lo que este calvario de nueve meses podría haberse evitado. Si le añadimos su especial estado de salud...
Lo importante ahora es serenarse, evitar una sinapsis distorsionadora y dedicarse a la defensa para que las acusaciones viertan por el desagüe hacia las cloacas. Como decían los clásicos, «estar libre de culpa es el máximo consuelo». Nada será igual durante algún tiempo, pero la belleza de la vida obliga a disfrutarla. Por ti, por tu familia y por todos los que te queremos. Por lo pronto, yo te creo, presidente. Así es la vida.
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