250 abonados se suman cada día a la fiebre por BiciMad

Antes de cumplir tres meses el servicio ya tiene 20.000 socios anuales n La Puerta del Sol es la estación más frecuentada

A falta de una semana para que cumpla su tercer mes de funcionamiento, nadie duda de que BiciMad, el servicio público de alquiler de bicicletas del Ayuntamiento de Madrid, es un rotundo éxito. Con una media de 250 nuevos abonados diarios, el servicio está a punto de alcanzar los 20.000 abonos anuales, con una media de más de 5.000 usos diarios el pasado mes de septiembre. Una media que, según adelantó el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito, supera los 5.347 usos y que, según confirma la directora general de Sostenibilidad, Elisa Barahona, no baja de los 5.000.

Pero estos tres meses de BiciMad dan para mucho más que para sumar usuarios día tras día. Aunque las estadísticas son provisionales por el poco tiempo que lleva en marcha el servicio, ya se están empezando a detectar las costumbres de los bicicleteros habituales. Por ejemplo: la estación más utilizada es la de la Puerta del Sol, que además es doble, con 48 anclajes. En esta estación, en la que no paran de entrar y salir vehículos, la media de usos diarios es de 300. «Lo llamativo de esta cifra es que la media del resto de estaciones es de unos 44 usos diarios», revela Barahona. Las siguientes estaciones en la lista de las más utilizadas son la de la plaza de la Cebada y la de Santa María de la Cabeza, en el límite de la zona de servicio de BiciMad.

Otro de los datos curiosos que se han observado en este tiempo es que, pese a las previsiones iniciales, las bicicletas eléctricas del Ayuntamiento de Madrid se utilizan sobre todo de lunes a viernes. «Aunque los fines de semana los parques, especialmente El Retiro, están llenos de bicis, es a diario cuando más se utilizan», asegura la directora general de Sostenibilidad. En cuanto a los horarios en los que más se utilizan, son los mismos que los del trabajo, a la entrada y a la salida, lo que demuestra que cada vez son más las personas que utilizan BiciMad como método de transporte para ir y volver de su lugar de trabajo a diario. También se utilizan mucho en las horas centrales del día, lo que hace presuponer que a la hora de comer también aprovechan la rapidez y la agilidad de las bicicletas para acudir a un restaurante más alejado de la zona de trabajo o, incluso, para volver a casa a comer y luego regresar a las ocupaciones laborales.

Edificios municipales

De hecho, según ha podido comprobar el Ayuntamiento, se utiliza especialmente la bici en las estaciones cercanas a edificios municipales o de otros organismos oficiales. «Cerca de la sede de Movilidad, en la calle Bustamante, a veces hay que ir a otra estación cercana a aparcar o a coger la bicicleta porque ya está llena o se las han llevado todas al salir del trabajo», asegura Barahona, que detalla que estos primeros datos están sirviendo a la empresa adjudicataria, Bonopark, para organizar mejor la redistribución de los vehículos, aunque también contribuye a ello los descuentos que se aplican si se coge la bicicleta en una estación llena y se deja en una vacía.

«Todos los recorridos se controlan para poder desarrollar algoritmos que nos ayuden a hacer óptima la redistribución», afirma Elena Roura, directora de Marketing de Bonopark, que señala que al menos hay que esperar un año para tener la estadística más fiable. Por este motivo y también por motivos de espacio, el consistorio madrileño no se plantea, de momento, ampliar las estaciones actuales. «Ya fue complicado encontrar sitio a las primeras; así que lo que haremos será estudiar los usos para ver si, en todo caso, se ponen más estaciones», indica Elisa Barahona.

En este sentido, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad detalló el pasado martes que la anunciada ampliación hacia el norte del servicio de BiciMad –que llegará hasta la plaza de Cuzco– constará de 40 nuevas estaciones con 400 bicicletas más que se sumarán a las 125 bases y 1.500 vehículos que hay en la actualidad. Además, y a diferencia de cómo se puso en marcha la primera fase, la ampliación será gradual. «Se irán poniendo en servicio las nuevas bases según se vayan instalando, con el objetivo de tenerlas todas en marcha para cuando se cumpla un año de funcionamiento», aseguró la directora general de Sostenibilidad, que afirmó que el objetivo es que el servicio público de alquiler llegue a las 10.000 bicicletas y se extienda a toda la capital.

De hecho, el contrato de adjudicación incluye la posibilidad de ampliar el servicio siempre que se le dote de asignación económica en los presupuestos municipales, como se ha hecho para esta primera ampliación. Asimismo, Barahona desgranó que, a diferencia de Barcelona, donde se han limitado los abonos y ya no se conceden más, en Madrid no tienen previsto poner un tope al número de abonados anuales. «Además, en la ciudad condal el uso de la bicicleta pública está limitado a los vecinos, mientras que nosotros hemos implementado los abonos ocasionales para que también puedan utilizar BiciMad los turistas y quienes sólo quieran coger la bici de cuando en cuando», señaló la directora general.

Más mayores que jóvenes

Por último y respecto al perfil de los casi 20.000 abonados anuales con los que cuenta el servicio, la mayor parte son jóvenes de entre 26 y 45 años, siendo los de entre 25 y 35 años los más numerosos con un 40,6 por ciento del total. Le siguen quienes tienen entre 36 y 45 años, con un 27,9 por ciento y los de entre 46 y 55 años, con un 13,2 por ciento. Es curioso que hay muchas más personas de edad madura que utilicen la bicicleta eléctrica que jóvenes, puesto que en la franja de edad de entre 16 y 25 años, hay un 11,7 por ciento de abonados anuales. Es más, frente a un 0,5 por ciento de usuarios menores de 15 años, hay un 4,6 por ciento de entre 56 y 65 años y un 1,5 por ciento de mayores de 65 años que se han abonado anualmente. Así, la persona más joven tiene unos 14 años, mientras que el abonado más mayor ha superado la edad de jubilación.