Educación
Amianto sobre el tejado de una Escuela Infantil de Leganés
El AMPA de Jeromín exige la sustitución del techado de la casita de su patio porque tiene partículas de este material cancerígeno
La sombra del amianto cerca la Comunidad de Madrid en una semana en la que se ha disparado la alarma por los casos detectados en Metro. A pesar de que las autoridades médicas demostraron a principios del siglo XX que la exposición a este mineral provoca cáncer con una elevada mortalidad, aún hay restos de elementos impregnados en amianto en algunas zonas de la Comunidad.
La sombra del amianto cerca la Comunidad de Madrid en una semana en la que se ha disparado la alarma por los casos detectados en Metro. A pesar de que las autoridades médicas demostraron a principios del siglo XX que la exposición a este mineral provoca cáncer con una elevada mortalidad, aún hay restos de elementos impregnados en amianto en algunas zonas de la Comunidad. La Unión Europea prohibió definitivamente su uso en 2002, y España un año antes.
De todos, es posible que el caso más llamativo sea el de la Escuela Infantil Jeromín, en Leganés. Desde 2015, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) está en pie de guerra para que el Ayuntamiento retire lo antes posible el amianto que recubre las cubiertas de los edificios del centro: «Por una vez, empecemos por el tejado», instan. En «la casita del patio», una edificación en la que las pancartas de protesta conviven con los dibujos de los escolares, la entrada ya está prohibida para que los pequeños no respiren las partículas de material que se cuelan por las grietas de la techumbre. «El Lega será de primera pero nuestras escuelas son de tercera», denuncian los representantes de los padres.
A pesar de que hace un año el Pleno municipal aprobó a propuesta de Leganemos el Plan de desamiantado, la senda del amianto en el municipio no termina en la escuela Jeromín. Es este mismo partido el que denuncia que aún hay restos de placas de fibrocemento en el entorno del arroyo Butarque, en las proximidades del barrio de La Fortuna y del distrito de Carabanchel. Según la corporación municipal, esos restos habrían llegado al camino histórico fruto de un vertido ilegal.
También en Orcasitas o Algete
La preocupación también salpica a los vecinos Orcasitas, una asociación que lleva años luchando para la retirada de las cubiertas de uralita –una mezcla de cemento y amianto– de los tejados de más de un centenar de viviendas que son el hogar de miles de familias. En 2010 la Comunidad de Madrid aprobó la inversión de más de ocho millones de euros en la rehabilitación de la Meseta de Orcasitas, un plan que ha quedado en el olvido.
Y el problema no está solo en el sur de la Comunidad. En el otro extremo de la capital, en el municipio de Algete, se cuentan desde hace un par de años hasta dos vertederos ilegales en los que reposan restos de uralita. En concreto el problema se localiza en dos fincas en las que habitan especies de aves protegidas: en Soto de la Heredad de la Torre y en Soto de las Huelgas, según detalla el diario «El Mundo». El Pleno municipal debatió esta misma semana la limpieza de los terrenos, una propuesta que contó con el respaldo unámine de todas las formaciones políticas a excepción del Partido Popular, que gobierna en la localidad.
Metro tardará un tiempo en desligar su nombre del amianto. Tras el detectarse un caso de cáncer por amianto en un trabajador de Metro, la compañía ha subastado 103 vagones en los que se detectó la presencia del mineral, y hasta tres empresas mostraron su intención de hacerse con los derechos de su desguace. La compañía tasó su precio en 421.000 euros, una cifra que dobla la multa que le impuso Inspección de Trabajo.
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