Carreteras

Amonestan a un guardia civil por no multar mientras estaba de baja

El jefe del destacamento de Valdemoro reprende a un agente por haber bajado su rendimiento durante mayo y no haber puesto ninguna sanción de tráfico

Un agente de la Agrupación de Tráfico en una imagen de archivo
Un agente de la Agrupación de Tráfico en una imagen de archivolarazon

La historia de Juan (nombre ficticio) es surrealista. Es un agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Madrid, perteneciente al destacamento de Valdemoro, que el pasado mes de abril vivió en sus propias carnes el incidente más injusto de su carrera profesional. Juan, de en torno a los 40 años, hacía un servicio de motorista en el que acompañaba un transporte especial cuando sufrió el impacto de otro turismo por evitar que éste colisionara con el vehículo especial que custodiaba. Ocurrió a la altura del kilómetro 16 de la A-4 dirección Córdoba. Herido, señalizó su propio accidente y auxilió al conductor del turismo con el que había impactado, evitando también que se produjeran más accidentes en este punto de la calzada. A pesar de la meritoria actuación, Juan no sólo no recibió ningún tipo de felicitación o mención por parte de sus mandos, sino todo lo contrario. Tras el accidente, tuvo que permanecer de baja médica varias semanas y se dio de alta el día 30 de mayo, primer y único día de ese mes que estuvo de servicio. Durante ese periodo, el agente de Tráfico no percibió la productividad por objetivos, a la que tenía derecho por haber causado baja en acto de servicio. Al darse esas circustancias, no le suponía la retirada proporcional de productividad, según fuentes del instituto armado. Y es que a los agentes se les paga la productividad basándose en el número de denuncias que sancionan.

Pero lo sorprendente de la historia no es que Juan no recibiera ninguna alabanza por parte de sus mandos, sino que le llegó una notificación en la que le comunicaban su bajo rendimiento durante el mes de mayo, el mes que pasó de baja a excepción de un día. Así se lo comunicó el teniente jefe del destacamento en una carta oficial con membrete de la Dirección General de la Guardia Civil, a la que ha tenido acceso este diario. En la misma, recuerdan al agente lesionado que «la Orden general número 12 de 23 de diciembre de 2014 sobre la regulación de los incentivos al rendimiento del personal de la Guardia Civil faculta a los titulares de gestión a proponer motivadamente la no percepción del complemento de productividad por objetivos cuando consideren que no se ha alcanzado el rendimiento adecuado en el desempeño de sus actividades». A Juan le explican que tras revisar el «desempeño profesional del servicio durante el mes de mayo se observa que su índice de actividad personal ha sufrido desviaciones negativas, destacadas con respecto al índice medio establecido para su unidad y grupo funcional correspondiente a su encuadramiento». El desempeño de estas funciones no podía ser otro que nulo, al encontrarse de baja, pero el teniente jefe del destacamento asegura que esta «notable desviación» refleja un rendimiento, interés e iniciativa en su servicio inferiores a los exigibles». La comunicación, de carácter informativo, «no constituye ningún tipo de resolución contra la que usted pueda interponer recurso alguno en vía de mando». Además, le instan a que «al recibo del presente se le requiere para que modifique su actitud al frente del servicio».

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Madrid (AUGC) se preguntan el porqué de este «desprecio hacia actuaciones de este calado en la Agrupación Provincial de Tráfico», destacamentos que acumulan 330 fallecidos en acto de servicio, el más alto en todas las unidades del Cuerpo. «Si durante ocho horas de servicio no has observado suficientes infracciones y, afortunadamente, no se han recibido avisos para confeccionar informes de accidentes, la jefatura te amonesta por “bajo rendimiento”, amenazando con retirar parte del salario. Éste es el día a día de los que velan por la seguridad vial”» denuncian desde la asociación. «De nada sirven los conductores auxiliados, sólo sirve la multa».