Arde La Vela del BBVA

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han conseguido controlar el aparatoso incendio que se declaró esta tarde en la nueva sede del BBVA de Madrid, en construcción.

La escena, salvando las distancias, recordó ayer a muchos lo vivido en febrero de 2005, cuando el edificio Winsor fue consumido por las llamas. Otra vez un rascacielos, un nuevo emblema en el «skyline» madrileño, esta vez aún en construcción, fue ayer devorado por el fuego. Se trata de la torre central de La Vela, el complejo de oficinas que BBVA está construyendo en Las Tablas y donde los trabajadores pensaban comenzar a mudarse mañana mismo. Las llamas comenzaron en la parte superior de la torre y afectaron principalmente a las tres últimas plantas construidas, según un portavoz de Emergencias Madrid. En concreto, se inició en el encofrado de madera de la planta 14 del edificio que está construyendo Acciona, que abrirá una investigación para aclarar lo ocurrido, según aseguraron a Efe fuentes de la entidad financiera. La torre fue diseñada con una altura de 93 metros y 19 alturas pero los encargados de su construcción aún no habían alcanzado el tope. El espectacular incendio comenzó sobre las ocho de la tarde y hasta el lugar se traladaron 14 dotaciones del Ayuntamiento –unos 60 bomberos municipales– y tres coches de mando, según Emergencias. Además, acudieron dos camiones nodriza de la Comunidad de Madrid para colaborar en las labores de extinción y cinco unidades del Samur permanecieron en el exterior del perímetro en preventivo, si bien finalmente no tuvieron que atender a nadie, según las mismas fuentes.

Sí hubo que desalojar a los trabajadores que realizaban las labores de vigilancia en las obras, pero no requirieron asistencia sanitaria. En un primer momento preocupaba la grúa-pluma de gran tonelaje, que había sido alcanzada por las llamas. El temor era que el fuego consumiera parte de la estructura y acabara desplomándose provocando daños mayores. Por este motivo, un amplio perímetro de seguridad fue acotado, donde sólo accedían los profesionales del Ayuntamiento, que tuvieron que emplearse durante varias horas para acabar con las llamas y luego para refrescar el esqueleto.

Bajo control en una hora

El fuego quedó bajó control pasadas nueve de la noche, mientras la gran columna de humo negro e incluso las llamas (situadas a gran altura) eran visibles desde muchos puntos de la región. Poco más de una hora después, sobre las 22:20 horas, el fuego ya había quedado completamente extinguido, según las mismas fuentes. Sin embargo, al ser un edificio de tantas alturas y al haber alcanzado temperaturas tan elevadas, los profesionales permanecieron varias horas refrescando el lugar calcinado. Las causas del fuego están siendo investigadas por los expertos de la Policía Nacional. Hasta el lugar se trasladó la alcaldesa de la capital, Ana Botella, para valorar in situ la gravedad del suceso. Al complejo del BBVA en Las Tablas se iban a trasladar 6.000 trabajadores de la entidad desde este verano. De hecho, los primeros empleados iban a instalarse mañana. Ahora, la empresa tendrá que esperar un tiempo prudencial para comenzar la mudanza. Antes, deberán reparar los daños estructurales provocados por el incendio.

Un nuevo «planeta» en el «skyline»

Fueron los propios empleados de BBVA quienes bautizaron, a través de un concurso de ideas, el edificio más emblemático de la nueva sede de la entidad financiera. La Vela fue el nombre elegido para esta torre –cuyo «mástil» ardió ayer–, dada su forma elíptica, de 93 metros de altura y 19 plantas. La obra arquitectónica corrió a cargo de los profesionales suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. Los nombres de los edificios de la «ciudad BBVA» se escogieron por su asociación con los elementos de identidad más importantes de la empresa: globalidad, confianza, empuje, trabajo en equipo y sostenibilidad. Todos menos La Vela. La construcción del complejo se está llevando a cabo con los criterios de sostenibilidad más escrupulosos para conseguir el certificado LEED Oro, el estándar de construcción sostenible más exigente.