Madrid

Atraca a una anciana mientras dormía

El suceso más violento de un día de Reyes en el que aumentaron un 34% las reyertas ocurrió en Puente de Vallecas. Una mujer de 85 años se despertó cuando un encapuchado, armado con un cuchillo, entró en su dormitorio para robarle las joyas

El individuo trató de huir bajando desde el segundo por la tubería de la fachada del edificio de la calle Barros pero la Policía ya le esperaba abajo
El individuo trató de huir bajando desde el segundo por la tubería de la fachada del edificio de la calle Barros pero la Policía ya le esperaba abajolarazon

El suceso más violento de un día de Reyes en el que aumentaron un 34% las reyertas ocurrió en Puente de Vallecas. Una mujer de 85 años se despertó cuando un encapuchado, armado con un cuchillo, entró en su dormitorio para robarle las joyas

El año nuevo ha comenzado de forma muy violenta en Madrid. Si las llamadas recibidas en Nochevieja (la madrugada del día 1 de enero) ya superaron a las del año anterior, la Noche de Reyes ha ido por el mismo camino: ha habido menos llamadas pero han aumentado todos los tipos de intervenciones. El Centro de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid registró 1942 llamadas, lo que supone un 7,3% menos que en 2016. Sin embargo, aumentaron los incendios un 54%, las intoxicaciones etílicas muchísimo: un 125%, los accidentes de tráfico, también de forma considerable (un 88%) y las infracciones de tráfico hasta un 112%. Pero lo peor es que también han aumentado las agresiones y reyertas un 34%. Este balance proporcionado por el Emergencias-Comunidad de Madrid abarca desde las 00:00 horas del día 5 hasta las 9:00 horas, es decir, toda la madrugada.

Queda fuera de este balance, por tanto, una de las agresiones más graves que tuvo lugar ayer. Ocurrió a eso de las 10:10 horas de la mañana en un segundo piso de la calle Barros, en el distrtito de Puente de Vallecas. Se trata de un robo con violencia en el que el autor de los hechos no tuvo dudas en entrar a robar y agredir a una anciana de 85 años mientras la mujer dormía. Incluso la tiró al suelo para arrancarle las joyas que llevaba encima.

La anciana, que tiene serios problemas de audición y de movilidad, estaba acostada en la cama cuando de repente se percató de que alguien estaba moviendo algo en su cama. No había oido ningún ruido, y cuando abrió los ojos se topó con un individuo con la cara tapada y un cuchillo de cocina en la mano. El sobresalto fue indescriptible. Comenzó entonces un forcejeo entre ambos pero el individuo, aprovechándose de su evidente superioridad ante la anciana, aprovechó para irse por otras estancias de la vivienda en busca de joyas u otros objetos de valor. La mujer, con mucho esfuerzo, logró desplazarse hasta el salón de la vivienda y allí, presa del pánico, trató de defenderse del individuo con un jarrón. Cuando el ladrón observó la escena se abalanzó sobre ella, tirándola al suelo, golpeándola, y aprovechó para arrancarle el collar y los pendientes que lleva puestos la mujer en ese momento. Sólo consiguió quitarle un pendiente y siguió su búsqueda por la casa, dejando a la mujer, que lleva una prótesis, tirada en el suelo del salón. Poco después volvió y, sin ningún escrúpulo, dio la vuelta a la anciana para arrancarle el otro pendiente de la oreja. La anciana, durante todo este tiempo (apenas fueron unos minutos) trató de gritar todo lo posible pidiendo auxilio, con la esperanza de que algún vecino la oyera y la ayudara.

Afortunadamente sí ocurrió. Un vecino llamó inmediatamente al 091, que desvió el aviso a la patrulla más cercana. Los agentes de la comisaría de Puente de Vallecas, conocedores del alto nivel delincuencial y de peligrosidad de los actos ilícitos que se suelen producir en la zona porque, además, los delincuentes se valen de la distribición de las calles de la zona para escapar rápidamente, llegaron al lugar del suceso en pocos minutos, gracias a lo cual pudieron llegar antes de que el autor de los hechos desapareciera del lugar. El dispositivo policial que se improvisó en ese momento, con los cuatro agentes dispersados por el edificio (dos de ellos en la zona de acceso al edificio y otros dos entrando al mismo para comprobar las zonas comunes desde abajo hasta el segundo piso, donde se había producido el suceso), permitió que el responsable de los hechos no escapara. Los agentes que estaban en la parte trasera del edificio escucharon a la mujer gritar y le preguntaron qué le pasaba.

El autor, que trataba de salir por la terraza, volvió a entrar y trató huir un poco más tarde deslizándose por la tubería de la fachada del edificio desde una de las ventanas de la vivienda. Finalmente cayó al suelo, por lo que los agentes le detuvieron en el momento y le trasladaron a un centro médico para que recibiese la atención adecuada por la caída antes de ser trasladado a la comisaría de Puente de Vallecas. En cuanto le vieron fue reconocido de inmediato por algún policía. Se trata de José Manuel Monje y tiene 27 años. Por eso, no les sorprendió demasiado al comprobar que en su ficha policial constaban nada menos que nueve órdenes de arresto por distintos juzgados madrileños: seis por robos con violencia e intimidación (ahora, con el de ayer, ya son siete) desde 2015, dos por atentado contra agente de la autoridad y otro por robo con fuerza. Este tipo de delincuentes son el ejemplo de la frustración que sienten los agentes con los reincidentes. Sin ir más lejos, a José Manuel le habían detenido este lunes por los mismos hechos. El pasado mes de octubre otra vez, en junio dos veces, otra en abril, otras dos en octubre de 2015... Parece que la de ayer no será la última.