Política

Convenios colectivos

Barbero impone su convenio a los sindicatos: «Iremos a juicio»

CPPM y CSIT-UP dicen que se ha negociado «en paralelo» y que el acuerdo es «un calco» del rechazado en junio

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, firma junto al delegado de Seguridad, Javier Barbero, el nuevo convenio laboral de la Policía Municipal
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, firma junto al delegado de Seguridad, Javier Barbero, el nuevo convenio laboral de la Policía Municipallarazon

«Este acuerdo es un verdadero chantaje. Han hecho negociaciones paralelas y no nos han permitido hacer preguntas ni aclaraciones de ningún tipo», explica José Francisco Horcajo, portavoz del sindicato policial CSIT-Unión Profesional.

«Este acuerdo es un verdadero chantaje. Han hecho negociaciones paralelas y no nos han permitido hacer preguntas ni aclaraciones de ningún tipo», explica José Francisco Horcajo, portavoz del sindicato policial CSIT-Unión Profesional. Esta indignación la comparte la otra agrupación mayoritaria, CPPM que tampoco ha secundado el acuerdo rubricado por el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y la alcaldesa, Manuela Carmena. Como el acuerdo de este nuevo convenio es vinculante, «sólo nos queda acudir a los tribunales por ''mala fe negociadora''», aseveran desde CSIT-UP. Así como por «medidas discriminatorias frente al resto de colectivos en jornada y retribuciones» o por no incluir a los auxiliares de Policía en el ámbito del nuevo convenio.

El acuerdo laboral supone un incremento salarial de 140 euros al mes para agentes y oficiales y una reducción de la jornada laboral, de diez días para el turno de mañana, 17 para el de tarde, así como el mantenimiento de la reducción a 65 horas para el turno de noche.

En opinión del secretario general del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), Marino Perales, el acuerdo es «muy similar al rechazado por la plantilla» el pasado mes de junio y asevera que el encuentro de ayer entre los sindicatos y la alcaldesa no era una mesa de negociación sino un «paripé» y un «acto de firma». «Es un acuerdo que nos discrimina frente al resto de colectivos de Madrid, que no recoge las mejoras del resto de funcionarios del Ayuntamiento y que no aporta nada a lo rechazado por la plantilla en verano», añadió.

Los dos sindicatos que no apoyan el nuevo acuerdo insisten en que no han generado un conflicto, «lo único que hemos hecho es mantener la opinión de la plantilla», afirmó Perales en respuesta a Emiliano Herrero, representante de CC OO, que acusó a ambas organizaciones de «manejar» a los agentes para librar un «enfrentamiento casi político. En opinión de CPPM, el sindicato con mayor representación, «la administración ha prolongado el conflicto de manera artificial» y durante la segunda fase de las conversaciones envió «propuestas calcadas para instalar el desasosiego y el aburrimiento» y «hacer ver a la plantilla que lo que rechazó en junio por malo ahora es un poquito mejor». Para CPPM, el nuevo texto no se somete a consulta como el anterior «para garantizarse el éxito de la firma, ya que si hubiesen repetido el escenario el resultado sería el mismo».