Carmona, el vicealcalde

Ella ya se ve alcaldesa y él, con 15,28% de apoyo de los madrileños cosechado y apenas 9 ediles en el Pleno de Cibeles, podría estar planeando entrar en el Gobierno municipal como «número 2». El socialista Antonio Miguel Carmona se ha convertido en la llave de gobierno para que la candidata de Ahora Madrid (AM), Manuela Carmena, logre cambiar el signo político de la capital. Ambos líderes de la izquierda ya han hablado y, aunque Carmona negó ayer que de momento hayan tocado el tema de los pactos, y aseguró que se habían limitado a felicitarse la noche del 24-M, la representante de la marca blanca de Podemos ya ve «cuesta abajo» el camino hacia el actual despacho de Ana Botella. La lista más votada el domingo en las municipales, la de la popular Esperaza Aguirre, necesitaría el apoyo de Ciudadanos y que no hubiera acuerdo entre AM y PSOE para gobernar. Un escenario complejo en el que los socialistas, tercera fuerza en el Consistorio, se han convertido en clave.

Según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes cercanas al cabeza de cartel del PSOE, Carmona no piensa vender barato su apoyo y podría pedir a la juez –que necesita dos concejales para superar en el pleno de investidura a Esperanza Aguirre– su entrada el futuro equipo de gobierno de la capital.

Ambos saldrían ganando. Ella conseguiría el objetivo por el que se presentó a las elecciones ya que gracias a esta «entente cordiale» de la izquierda sería la candidata más votada el próximo 13 de junio en la constitución del Ayuntamiento. El profesor de economía del CEU estaría pensando en la vicealcaldía también como medio para salvar sus muebles dentro de su partido. Y es que, de salirle bien, la estrategia de Carmona conseguiría –a pesar de queque ha consechado los peores resultados de la historia para el PSOE en la ciudad de Madrid– colocarle no sólo al frente de una concejalía del Ayuntamiento más importante de España, sino que además mejoraría su imagen de cara a los despachos de Ferraz, donde le quieren ver lo más lejos posible después de que manifestara que pondría «las dos manos en el fuego» por el depuesto secretario general del PSM, Tomás Gómez.

«Lo más difícil ya está hecho»

El camino para que los 9 ediles del PSOE apoyen a los 20 de AM (uno menos de los obtenidos por PP) no parece complicado. «Cualquiera de vosotros que habéis estado al tanto de la campaña habéis visto una manifestación clara de que había un objetivo común (...) que pasaba por tener líneas rojas, por hacer lo imposible porque no hubiera restos de actitudes de corrupción...», declaraba ayer Carmena, que, con el 31,85% de los votos en la capital, lideró la segunda lista más votada en la ciudad el pasado domingo. Pero dijo más: «Yo creo que estos puntos son como la argamasa que va a llegar a formar una actitud de acuerdos. No hablamos de pactos, sino de acuerdos. Se ha traslucido (de la conversación entre ambos) la alegría, acuerdos, que estamos en la cuesta abajo, que es lo más difícil ya está hecho», repitió la de Ahora Madrid en declaraciones recogidas por Europa Press.

En un encuentro con todos los ediles electos de Ahora Madrid en el mirador del parque de la Cornisa Manuela Carmena daba ya por hecho el pacto y dijo, incluso, que hablará con la alcaldesa en funciones para llevar a cabo el traspaso. Carmona, por su parte, insistía a este diario en que «no vamos a tener ninguna conversación con nadie hasta dentro de un par de días. Entonces, hablaremos con todas las partes».

Desde el pasado domingo, el mapa de los barrios de Madrid está teñido de dos colores: azul –en diez de los distritos del norte entre los que están Retiro, Salamanca, Chamartín, Chamberí o Tetuán– y verde Carmena –en Centro y algunas grandes áreas del sur de la capital como Vicálvaro, San Blas o Moratalaz hasta sumar once distritos–. Los socialistas, que en esta ocasión no han conseguido romper este patrón y teñir de rojo algunos de los distritos donde el apoyo al PSOE era histórico, como Puente y Villa de Vallecas (que ahora son de AM), podrían mediante el acuerdo con la formación local de Podemos recuperar parte del poder municipal perdido durante los 24 años de Gobiernos del PP en el Ayuntamiento de Madrid.