Ola de Calor

Colegios: Cerrados por ola de calor

La Comunidad permite desde hoy a los colegios acordar de forma autónoma reducir la jornada lectiva por las altas temperaturas. Los escolares podrán permanecer en los centros aunque se suspendan las clases y se mantendrán los servicios de comedor y transporte escolar. Educación descarta instalar aire acondicionado en las aulas, como exige la oposición.

En los últimos días han sido varios los escolares atendidos por mareos e incluso vómitos debido a las altas temperaturas registradas en las aulas
En los últimos días han sido varios los escolares atendidos por mareos e incluso vómitos debido a las altas temperaturas registradas en las aulaslarazon

Después de dos días con 40 grados de temperatura y decenas de atenciones médicas a escolares por mareos a causa del calor, la Comunidad de Madrid ha decidido tomar «medidas extraordinarias para una situación extraordinaria».

Después de dos días con 40 grados de temperatura y decenas de atenciones médicas a escolares por mareos a causa del calor, la Comunidad de Madrid ha decidido tomar «medidas extraordinarias para una situación extraordinaria». Pero antes de los anuncios del consejero de Educación, Rafael Van Grieken, de que, entre otras cosas, se permite a los colegios e institutos acortar la jornada laboral para que los escolares no sufran los efectos de las altas temperaturas, el pleno de la Asamblea de Madrid ya debatía, abanico de papel en mano, la actuación del Gobierno regional frente a la ola de calor.

Nada más empezar el plenario en Vallecas, la bancada socialista en la Asamblea de Madrid le devolvió la «broma» al consejero de Sanidad, Jesús Sánchez-Martos, que había sugerido que los alumnos hiciesen abanicos de papel para combatir las altas temperaturas. Armados con las manualidades, los diputados del PSOE llamaron la atención sobre el hecho de que no haya soluciones eficaces para los colegios e institutos madrileños ante la ola de calor. Con el mercurio por encima de los 38 grados y, de nuevo, aulas superando los 27 grados máximos que indica la ley de prevención de riesgos laborales, todos los grupos parlamentarios reclamaron al Gobierno regional medidas para que los alumnos no sufran los efectos de la subida de temperaturas.

Al respecto, el portavoz del PSOE, Ángel Gabilondo, consideró que adelantar el fin de curso, como han reclamado algunos directores de institutos y los sindicatos educativos, es «teóricamente interesante», pero hay que ser «muy realista y muy concreto». Y es que según reclamaron tanto CC OO como UGT, son fundamentales las «medidas organizativas flexibles como agrupamientos, adelanto de la salida o, incluso, la suspensión de las clases», explicó Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Educación de CC OO, que reconoció que si bien muchos padres exigían medidas, la de reducir la jornada escolar no era bienvenida por todas las AMPAS.

Ante estas reclamaciones, a primera hora de la tarde la Consejería de Educación envió una circular a los directores de los centros educativos para que «adapten la situación escolar a una meteorología absolutamente extraordinaria y que puedan acortar la jornada lectiva», según explicó Van Grieken. En concreto, los colegios e institutos podrán reducir la jornada lectiva –garantizando que los alumnos cuyas familias requieran que permanezcan en el centro puedan hacerlo hasta el final de las horas lectivas habituales–, manteniendo los servicios de comedor y transporte escolar.

Pese a esto, por parte de directores, sindicatos y grupos parlamentarios, también se defendió ayer la importancia de un plan de inversiones para adecuar la climatización de los centros educativos madrileños. Tanto con la instalación de equipos de aire acondicionado, como sistemas de aprovechamiento de energía, materiales aislantes y modelos integrales de climatización que, a medio plazo, resultan más baratos. «Tienen que entender que estamos en un momento en el que probablemente como consecuencia del cambio climático que ya estamos viviendo nuestra región está adquiriendo temperaturas muy pronto demasiado elevadas y que los servicios públicos no pueden funcionar sin un sistema de climatización, igual que tienen en el invierno, en el verano también», reclamó la portavoz de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta. Igualmente, el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, abogó por «adecuar las instalaciones para que los niños estén en condiciones óptimas cuando haya una ola de calor» y puedan dar clase hasta el final del calendario escolar.

Según denunció ayer el sector de enseñanza de UGT, la gran mayoría de los centros educativos de Madrid incumplen la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que establece que no se puede trabajar por debajo de 17 grados en invierno y por encima de 27 en verano. Es por ello que reclamaron que las infraestructuras de los centros escolares sean adecuadas a la climatología y a las características del alumnado y los recursos humanos y materiales, suficientes a fin de ofrecer una atención individualizada y adecuada a sus necesidades. En este sentido, Galvín de CC OO señaló a su vez que el que se superen las ratios de número de alumnos por clase también contribuye a empeorar el calor en las aulas. También Facua de Madrid instó ayer al Gobierno regional ha garantizar de manera inmediata una climatización óptima para los centros educativos de la región ante la ola de calor y las altas temperaturas. Del mismo modo, la FAPA Giner de los Ríos admitió la medida para acortar la jornada laboral «sólo de manera excepcional mientras duren las altas temperaturas» e insistió en que se ponga en marcha un plan de renovación integral de los centros públicos. Sin embargo, Van Grieken recordó que ayer mismo se aprobó la Ley para la Gratuidad de los Libros de texto «que podría cubrir también los aires acondicionados o cualquier otra cosa que podríamos poner». En este sentido, consideró que «hay que ser analíticos y ver cuál es la frecuencia con la que se producen temperaturas de estas características en la Comunidad de Madrid» porque, recordó, «esto es una cuestión de elegir». «Habrá que analizar si por algo absolutamente extraordinario merece la pena hacer inversiones de decenas de millones de euros, teniendo en cuenta que hay 1.700 centros públicos», añadió.