Contaminación en Madrid
El 55% achaca la medida a motivos políticos
¿Una medida tomada en beneficio de la salud o por motivaciones meramente políticas? La encuesta de NC Report realizada para LA RAZÓN en 21 distritos de la capital revela que los madrileños se inclinan más por la segunda opción. Así lo afirma el 55,8% de los encuestados, frente al 37,5% que considera que las restricciones al tráfico se han llevado a cabo sólo por razones sanitarias. De hecho, se trata de la respuesta mayoritaria en todas las franjas de edad: de 18 a 29 años (49,5% frente al 40%), de 30 a 44 (56% frente al 39,8) y de 45 o más años (superando ampliamente el 55%).
Del mismo modo, tampoco entienden los motivos por los que se ha adoptado la medida de la noche a la mañana. Siete de cada diez madrileños (un 71,8%) afirman que la puesta en marcha del protocolo «se ha tomado de forma precipitada», frente a dos de cada diez (el 19,8% de los encuestados) que coinciden con el criterio del Consistorio liderado por Manuela Carmena y que consideran que las restricciones se han aprobado en el momento justo. Asimismo, se trata de la opinión mayoritaria en todas las edades. Y son los jóvenes los que en mayor medida critican la precipitación del Ayuntamiento: un 73,7% de entre 18 y 29 años, y un 74,7% de los ciudadanos entre los 30 y los 44. Los mayores de 65 se muestran más comprensivos: un 21,5% considera que no ha habido apresuramiento.
¿Cuál es el veredicto de los ciudadanos en lo que respecta a las alternativas en el transporte? A tenor de los datos, han echado en falta más soluciones. Es, por ejemplo, el caso del transporte público gratuito. Casi seis de cada diez encuestados (59,3%) aseguran que habría sido una medida necesaria durante la jornada de restricción del tráfico, frente a tres de cada diez (33%) que opinan que dicha posibilidad es prescindible. En este caso, los ciudadanos entre los 45 y 65 años o más son los que se muestran más favorables a la gratuidad del transporte.
Una de las consecuencias colaterales que más críticas ha levantado en la capital es la imposición de multas a aquellos coches que, por matrícula, no tenían permitida la circulación. En este caso, los madrileños están más divididos. Casi la mitad (48,5%) apoya al consistorio en sus medidas recaudatorias; por contra, cuatro de cada diez (41,3%) afirma que los vehículos no deberían ser multados por incumplir el protocolo. Aquí son los ciudadanos de entre 18 y 44 años los que se muestran más a favor de las sanciones.
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