El botellón cae en picado

Si antes del verano el número de expedientes abiertos por consumo de alcohol en la vía pública del primer semestre de 2013 marcaban una fuerte tendencia a la baja en este tipo de multas, los datos del resto del año confirman que los «botelloneros» están de retirada. Entre julio y diciembre del año pasado, la Policía Municipal interpuso 22.346 sanciones por «botellón», lo que, sumados a las 20.504 expedientes abiertos entre enero y junio, hacen un total de 42.850 multas, el dato más bajo desde hace más de un lustro.

De hecho, hay que remontarse a los orígenes de la «ley antibotellón» para poder encontrar un número similar de multas, puesto que, ya en 2008, el número de sanciones impuestas por consumo de alcohol en la vía pública fue de 45.082. Los expedientes por hacer botellón se fueron incrementando en los años siguientes, hasta llegar al momento más alto de este fenómeno social que llena de suciedad y ruido las calles y plazas de la ciudad en 2011. Ese año se pusieron 101.070 multas por este motivo.

600 euros en multas

Por ello, la Comunidad de Madrid, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital, modificó la Ley de Drogodependencias y Otros Trastornos Adictivos –conocida como «ley Antibotellón»– para endurecer las sanciones. Así, el 15 de julio de 2012 entró en vigor la nueva normativa que incrementaba el coste de la multa de 300 hasta 600 euros, 500 euros en caso de ser menores de edad, y penaba la reincidencia hasta un máximo de 60.100 euros. Del mismo modo se hacía a los padres responsables civiles de la sanción impuesta a sus hijos menores de edad, por lo que debían abonar el montante de las multas, que tienen un 40% de descuento por pronto pago.

Igualmente, la reforma de la «ley antibotellón» delegaba en los municipios la tramitación de las sanciones, por lo que se agilizaban y aseguraba el cobro de todas las multas. Por último, eliminaba la posibilidad de conmutar parte del importe de la sanción por un curso de concienciación sobre los problemas del consumo de alcohol en la vía pública, puesto que se demostró que no tenían efecto en los «botelloneros» habituales.

Con la aplicación de la nueva normativa y la llegada de las primeras multas de 600 euros comenzó la caída en picado de las sanciones y, a finales de 2012, la media era de 61 multas al día. En 2012 se cerró el año con un total de 44.674 multas. En los primeros meses de 2013 la media fue de 36 sanciones al día y aun se redujo ligeramente en el resto del año, pese a que las últimas cifras de expedientes abiertos por la Policía Municipal aún son provisionales.

A este descenso han contribuido también los macro operativos desarrollados por los agentes locales contra los «botelloneros» que, tanto en primavera como en otoño dedicaron varios fines de semana a luchar contra esta práctica. En el último operativo ralizaron 530 denuncias a personas que estaban consumiendo alcohol en la vía pública en los distritos de Centro y Moncloa.