Ciudad Lineal
«El Isma», el hombre de la mafia china en Madrid
El mítico alunicero de Villaverde suministraba alta relojería y telefonía a los asiáticos. Logró 23 millones en uno de los mayores robos de la historia.
Es triste pero, para muchos, «El Isma» es el orgullo de «Villata», como llaman los aluniceros a Villaverde. De ser un don nadie ha conseguido labrarse un nombre y ahora –quién le iba a decir– se ha convertido nada menos que en el contacto de la mafia china en Madrid. Trabaja para ellos y sus últimos golpes (telefonía móvil y joyería) han tenido como destino final el gigante asiático. Todo un empresario de alto estanding; un madrileño «emprendedor», pero jugando sucio. El inspector jefe de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV), Dionisio Martín, reconoció ayer en la rueda de prensa que explicaba uno de los mayores robos de la historia (que lleva el sello del de Villaverde) que Ismael Arriero Valcárcel es una «gran mente pensante».
Durante sus intermitentes periodos en prisión no ha hecho otra cosa que darle a la cabeza y diseñar robos cada vez más sofisticados. Este último golpe, desde luego, le ha encumbrado como todo un héroe entre los delincuentes madrileños. Apodado como «El Troll» en el mundillo policial por su aspecto poco agraciado, «El Isma» se crió en las Torres, el barrio del que han salido los mejores aluniceros y donde es más difícil pasar desapercibido que en la Cañada Real. Como toda estrella de la delincuencia, comenzó desde abajo.
Se crió a las faldas del «Niño Sáez», mítico alunicero de hace casi una década, donde hacía el trabajo «sucio», el más arriesgado, pero que le proporcionó las tablas necesarias para crear, no muy tarde, su propia «pyme», donde aplicó los conocimientos adquiridos y perfeccionó técnicas hasta dejar atrás a sus maestros. Así, comenzó a dar trabajo a muchísima gente en sus golpes y a utilizar a familiares como testaferros para gestionar su cada vez más inflada fortuna. Aunque no todo ha sido para él un camino de rosas y acumula más de 40 antecedentes. Pero lo compensa el hecho de disfrutar de chalés de lujo, vehículos de gran cilindrada, ropa de marca, vacaciones por todo lo alto con toda la familia... La Policía comenzó a sospechar de él porque su tren de vida no era normal. Como casi todo «nuevo rico», es ostentoso y llama la atención. Había estado de vacaciones en urbanizaciones de lujo de Ibiza y en el norte de Marruecos, pero en verano se les acabó el chollo.
Su hermano José Luis regresó de la isla pitiusa a finales de agosto porque tenía previsto vender parte del botín. Fue en ese momento cuando les arrestaron. Los dos están en prisión (junto a 9 personas más) por haber participado en uno de los mayores golpes de joyería. En diciembre haría un año que se llevaron 23 millones de euros de botín de un taller de joyería de Ciudad Lineal. Otro «galón» en su carrera delictiva. La primera «medalla» se la pusieron tras la espectacular huida del cementerio de La Almudena durante un permiso penitenciario para asistir al entierro de su padre. De forma incomprensible, logró zafarse de los agentes y escapar en pleno sepelio.
Los Arriero Valcárcel acabaron por mudarse de Villaverde, aunque algún miembro sigue pasando por allí. No «El Troll», que trata de disfrutar de su patrimonio el tiempo que no está en prisión. Ahora, le vuelve a tocar «descansar» entre rejas. Ya idea su siguiente «palo».
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