El juez rechaza poner en libertad por riesgo de fuga al profesor del Vallmont

El presunto pederasta del colegio Vallmont de Villanueva del Pardillo recurrió la decisión dictada por el magistrado y pidió su inmediata puesta en libertad después de negar los abusos sexuales de los que le acusan hasta siete menores. Tanto el fiscal, como la acusación particular, formada por las familias de los niños afectados y representada por el abogado José Miguel Garrido, manifestaron su oposición, tras lo que el titular del juzgado ha rechazado la petición de puesta en libertad solictada por el acusado.

El profesor de 33 años, casado y con dos hijos, uno de ellos recién nacido, fue detenido el viernes pasado y encarcelado de inmediato y sin fianza por el juez del Juzgado nº 3 de Parla en base a la gravedad de los hechos y al existente riesgo de fuga derivado de la importancia de las penas a las que Carlos Ruiz se puede enfrentar. Cada delito podría acarrearle una condena de entre 4 y 6 años de prisión, ya que se trata de un caso de abusos a menores de 13 años con subtipo penal agravado. El juzgado nº3 de Parla, hasta ahora encargado del caso, trasladó ayer las diligencias a la magistrada del Juzgado de Instancia e Instrucción de San Lorenzo de El Escorial. La jueza decidió levantar el secreto de sumario.

Ruiz, el profesor de Matemáticas que presuntamente abusó de hasta siete alumnos de entre 8 y 11 años, mantuvo en marzo de 2013 un tenso cara a cara en un despacho del colegio en el que se encontraba el antiguo director del centro, uno de los padres de los niños afectados y el mismo profesor. Durante ese tenso encuentro Ruiz se defendió de las acusaciones del padre alegando que él era «muy cariñoso» y que lo único que pasó es que fue a dar un beso al menor y este «giró la cara» e intentó quitar importancia al asunto en todo momento, al igual que hizo el entonces director, Alfonso Pasamontes, que tranquilizó a la familia del niño prometiéndoles que vigilaría al profesor, algo que aparentemente no hizo. Finalmente, Pasamontes fue cesado de su cargo de director del centro el pasado 4 de marzo por una supuesta «falta de confianza».

Al parecer las víctimas de los presuntos tocamientos son siete niños, aunque no se descarta que pueda haber nuevas víctimas debido a que en los últimos días la Guardia Civil ha recibido numerosas llamadas de padres de niños que fueron alumnos de Ruiz durante los cuatro años que éste fue profesor de Educación Primaria en el centro y que también podrían haberse visto afectados por sus agresiones. Los psicólogos de los cuerpos de Seguridad del Estado hablarán con los menores y, si finalmente dan veracidad a sus testimonios, habrá más denuncias. Además, la Guardia Civil ha ofrecido ayuda psicológica a los padres de los niños afectados.

Por ahora, el ambiente entre los padres de los alumnos del Vallmont es muy tenso, ya que muchos de ellos opinan que el centro podría haberles alertado antes y además se quejan de haber recibido información incorrecta. Otra de las quejas de los progenitores es que en ningún momento el colegio ha prestado ningún tipo de ayuda o atención psicológica a los menores que, tal y como declaró una de las madres, «no entienden lo que está pasando y les sobrepasa».

El mismo modus operandi

Uno de los datos que apuntan que los testimonios de los niños son veraces, es que las declaraciones de los menores son muy similares entre sí. Este ha sido sin duda uno de los elementos claves que han hecho que Carlos Ruiz no consiga la puesta en libertad que solicitó nada más ingresar en la prisión de Valdemoro acusado de abusar de varios de sus alumnos en el colegio Vallmont. Los siete niños, que presuntamente fueron sometidos a tocamientos por parte de su profesor, Carlos Ruiz, declararon hace unos días de forma individual, previa autorización de sus padres, ante agentes del Grupo de Menores de la Guardia Civil de Tres Cantos y en presencia de un psicólogo que les prestaba apoyo en todo momento, cómo el profesor llevaba a cabo los supuestos abusos a los que fueron sometidos.

Todas las declaraciones coinciden prácticamente en todos los datos que aportaron los niños cuando relataron el «modus operandi» que presuntamente llevaba a cabo el profesor cuando quería llevar a cabo los abusos a los menores.