El magnate del póker abre juego en Madrid con la compra de la mitad de Canalejas

Primero fue el estadounidense Sheldon Adelson, luego el chino Wang Jianlin y más tarde, el murciano Trinitario Casanova. Desde ayer sin embargo el empresario del momento en Madrid se llama Mark Scheinberg. Es de origen canadiense-israelí y acaba de comprar el 50 por ciento del Centro Canalejas al Grupo Villar Mir.

Scheinberg es, según Forbes, uno de los diez empresarios más ricos de Canadá, país al que se trasladó con 13 años y donde hizo su fortuna gracias a su visión para los negocios, que centró en una industria que mueve billones de euros en todo el mundo: el póker. Padre e hijo Scheinberg fundaron en 2001 PokerStars, la sala de póker online más grande del mundo, y la vendieron trece años más tarde a la multinacional canadiense Amaya Gaming por 4.900 millones de dólares. Con la intención de dar un vuelco a sus negocios y centralos en el sector inmobiliario Mark Scheinberg aterriza ahora en España de la mano de el Grupo Villar Mir al que le ha comprado la mitad del Complejo Canalejas, un proyecto que la compañía española puso en venta el pasado año para reducir sus niveles de endeudamiento y que ha seducido a este inversor de 43 años de edad. El magnate, con doble nacionalidad isaelí y canadiense, ha cerrado la operación por 225 millones de euros, lo que ha generado una plusvalía al grupo español de 82,85 millones de euros, según informó ayer la corporación de Juan Miguel Villar Mir, que en esta operación ha sido asesorada por Cuatrecasas y Garrigues.

El 50% del Complejo Canalejas que ahora pasa a manos del fundador de «PókerStars» es el resultado de la suma de dos compras de una parte de las participaciones que tienen por separado el Grupo Villar Mir y su constructora participada, OHL, en el proyecto. Así, el primero, que era propietario del 65% del Centro Canalejas, ha vendido a Scheinberg un 32,5%, lo que reduce su participación hasta el 32,5%; mientras que OHL ha vendido otro 17,5%, con lo que disminuye su porcentaje desde el 35% hasta el 17,5%.

De cualquier modo, el Grupo Villar Mir y OHL mantendrán el control en la gestión del proyecto hasta su apertura, prevista para principios de 2019, momento en el que la manzana situada junto al kilómetro cero, entre la Carrera de San Jerónimo, Canalejas, Sevilla y Alcalá, pasará a manos de las empresas que van a gestionar las instalaciones como la firma Four Seasons, que será la encargada de explotar las 215 habitaciones del primer hotel que la prestigiosa cadena estadounidense abra en España.

Parece ser que la compra de la mitad del Centro Canalejas es sólo la carta de presentación de Steinberg en Madrid, donde el empresario israelí-canadiense quiere seguir invirtiendo. La adquisición se ha realizad a través de la sociedad Mohari Limited, con la que el magnate quiere redirigir sus negocios hacia el sector inmobiliario, con el que ahora llega a España. En un comunicado, Scheinberg expresó su «entusiasmo» por entrar en Canalejas y su voluntad por desarrollar una «relación estratégica» con sus nuevos socios –en referencia al Grupo Villar Mir–, con los que aseguró que no descarta abordar nuevos proyectos.

La bajada de la cotización de OHL en el último año ha obligado al Grupo Villar Mir a dirigir sus últimas operaciones a vender activos. La venta de Torre Espacio en noviembre de 2015 al grupo filipino Emperador (fabricante de licores) por más de 500 millones de euros, la bajada de su participación en la inmobiliaria Colonial y en Abertis y la venta del complejo turístico de lujo «Mayakobá» de México son parte de su plan de desinversiones que tanto el Grupo Villar Mir como OHL pusieron en marcha el pasado año con el fin de reducir sus niveles de endeudamiento.

La constructora prevé, según recogió ayer Europa Press, que el importe obtenido de la venta del 50% de Canalejas, junto al que generó la de Mayakobá, compense el impacto en sus cuentas de sus denominados «legacy project», un grupo de proyectos de construcción internacionales que le están generando distintos problemas.

El m2 más caro

El grupo de Villar Mir desarrolla actualmente en Londres un proyecto similar al de Canalejas, en este caso en el antiguo Ministerio de la Guerra, y también en alianza con un inversor internacional, el grupo indio Hinduja. Su «Canalejas londinense» es llamativamente parecido al madrileño no sólo porque estéticamente y arquitectónicamente cuentan con similares características, sino porque en ambos proyectos Villar Mir construirá un hotel de lujo y apartamentos a los que el mismo hotel dará servicio las 24 horas del día; proyectyos que copian la fórmula neoyorkina que ha seducido a magnates de todo el mundo. Mientras que en Madrid las obras de Canalejas comenzaron en 2013 y no se prevé que puedan acabarse hasta 2019, debido a la paralización judicial de las obras en 2015 por daños al patrimonio; en proyecto que llevará a cabo en el antiguo Ministerio de la Guerra de Londres comenzará a construirse este año y estarán acabadas en tres años. Está previsto que ambos proyectos rompan el techo del precio del metro cuadrado tanto en Londres como en Madrid.

Hotel, centro comercial y pisos de lujo

El complejo Canalejas se desarrolla en un grupo de siete edificios históricos que conforman toda una manzana del centro de Madrid, al lado de la Puerta del Sol. El grupo OHL de Villar Mir adquirió los inmuebles, que suman 50.000 metros cuadrados de superficie, al banco Santander en diciembre 2012. El proyecto que planteó en un inicio el grupo empresarial consistía en rehabilitar los inmuebles, respetando su valor arquitectónico y artístico, con el objetivo de que albergasen 22 viviendas de lujo y un hotel de cinco estrellas ya comprometido con la cadena Four Seasons, que desembarcará así en España. También contaría con un centro comercial de 16.000 metros cuadrados y un parking subterráneo. De hecho, pese a la venta del 50% de la superficie al fundador de «PokeStars», la construcción continúa en manos de OHL que, en principio, no va a modificar su idea inicial de levantar en «la manzana de oro», un complejo residencial, hotelero y comercial, cuya explotación una vez terminado ya será de los socios como la cadena Four Seasons para el caso del hotel.