Desapariciones

El médico de Alcalá podría haber muerto por sobredosis

El cadáver del joven endocrino fue hallado ayer por la tarde en un piso, junto a otro hombre

«Pipo» acababa de regresar de un viaje a Canarias con una compañera del hospital en el que trabajaba
«Pipo» acababa de regresar de un viaje a Canarias con una compañera del hospital en el que trabajabalarazon

La alerta llegaba horas después de que Pablo Escribano, «Pipo», como se le conocía familiarmente, aterrizara en Madrid el pasado 1 de mayo después de unos días de descanso en Canarias.

La alerta llegaba horas después de que Pablo Escribano, «Pipo», como se le conocía familiarmente, aterrizara en Madrid el pasado 1 de mayo después de unos días de descanso en Canarias. Al no localizarle, no tardaron en denunciar su desaparición. Poco ha durado, desgraciadamente, la alerta de este joven de 29 años, que finalizaba su residencia como MIR de Enodcrinología en el Hospital de Alcalá de Henares Príncipe de Asturias.

A eso de las 15:15 horas de ayer encontraban su cuerpo sin vida junto al cadáver de otro varón, de unos 40 años, en un piso de Alcalá tras la llamada de un familiar de esta segunda persona, que no lograba contactar con él. Ni la vivienda parecía forzada, ni había nada revuelto en su interior, ni tampoco los cuerpos mostraban signos aparentes de violencia. Así, será la autopsia practicada a ambos cadáveres la que arroje algo de luz a su fallecimiento y, concretamente, el análisis toxicológico al que se les someterá.

Las primeras hipótesis policiales apuntan a que los hombres pudieron fallecer por sobredosis de alguna sustancia estupefaciente o incluso de algún tipo de fármaco que se utiliza de forma lúdica al que pudiera tener acceso por su profesión médica. Que la muerte de ambos se hubiera producido tras una noche de excesos lo habría apuntado un testigo que habría estado de fiesta con ellos en ese piso la noche previa a la muerte de ambos, según fuentes policiales.

La desaparición de Pablo fue denunciada por sus familiares en el puesto de la Guardia Civil de Las Rozas. En la ficha de desaparecido le describían como una persona de 1,75 centímetros, 68 kilos de peso, complexión delgada y de ojos y pelo castaño. Y añadían un rasgo muy característico: tiene un lunar en la mejilla derecha a la altura del mentón. La última vez que le vieron fue en la zona de Avenida de América. Había viajado con una amiga y al volver del hospital tomaron un coche Cabify. Primero se bajó la chica y él continuó hasta su casa en Avenida de América, donde compartía piso con dos chicas. Su teléfono móvil, un iPhone 5S, daba señal hasta hace pocas horas, pero saltaba el buzón y su última conexión de WhatsApp fue durante la madrugada del 2 de mayo. De Avenida de América, Pablo debió ir en su coche, un Peugeout blanco de 2008, hasta la ciudad donde trabajaba, porque allí ha sido encontrado su cuerpo sin vida. Los familiares creían que había quedado con alguien que no era de su entorno. Será la identificación del segundo cadáver la que arrojará más luz también en este sentido. Están a la espera de la prueba necrológica para confirmar sus identidades, ya que no portaban documentación. Aunque se desconoce la relación que mantenían, podría ser otro de los compañeros de residencia del hospital de Alcalá de Henares.

Tras conocerse la noticia, las muestras de dolor por parte de sus compañeros no dejaron de sucederse. Y es que el carácter jovial del endocrino no pasó desapercibido. «Has sido un residente especial y un compañero ejemplar. Abrazos desde la que ha sido tu segunda casa en estos años», escribía en redes sociales uno de los médicos con los que trabajó.

Su hermana Ángela, tras conocer el trágico desenlace, no tardó en agradecer el cariño de todos los que se preocuparon por el paradero de Pablo a través de su cuenta de Facebook: «Muchas gracias a todos por la ayuda, agradecemos infinitamente vuestro apoyo y el cariño recibido estos días» y anunciaba la cancelación de la concentración que estaba prevista para hoy para impulsar su búsqueda. Asimismo, se han desactivado todas las alertas.