Política

Ciudad Lineal

El tío del pederasta: «Ojalá hubiesen matado al hijo de puta ese»

El pederasta tras ser detenido en la vivienda de sus tíos en Santander en la que estuvo los últimos días
El pederasta tras ser detenido en la vivienda de sus tíos en Santander en la que estuvo los últimos díaslarazon

El violador de Ciudad Lineal, como se ha apodado a Antonio Ortiz (42 años), fue cazado ayer en Santander. La pesadilla ha acabado para las familias del barrio madrileño. Nadie sabía que ahora se había trasladado a tierras cántabras. La noticia de su captura, que tuvo lugar ayer a las 7:37 horas, ha dejado en «shock» a los vecinos de las inmediaciones de la Bajada de San Juan, en el centro de Santander. «La Policía tiró la puerta abajo. Parecía una película», explica una testigo. El «depredador» llevaba tres semanas viviendo en este barrio santanderino, donde residen desde hace casi 25 años sus tíos y su primo, de 13 años, que hoy acudió al instituto como cualquier otro día. Su familia está sufriendo ahora el acoso de los vecinos. LA RAZÓN fue testigo de cómo una pareja que pasaba cerca de la residencia de su tío le increpaba al verlo. Nacho, como se llama el tío del violador, con gafas de sol y gorra, intentaba esconderse, pero todos le conocen en la zona. «Sinvergüenza, nos lo has traído aquí donde están nuestros hijos», gritó con fuerza el hombre. El tío de Antonio Ortiz explotó y le contestó: «Yo no sabía nada. Ojalá hubiesen matado al hijo de puta ese». La disputa fue acalorada. Los reproches se sucedían, pero Nacho, a punto de estallar a llorar, ponía rumbo fijo hasta su casa, el único lugar en el que se encuentra seguro. Ante las preguntas de este diario, él sólo quiso defenderse: «Me amenazan y yo no he hecho nada».

En el callejón donde se encuentra la vivienda juegan todos los días los niños de las familias que viven en esos edificios. «Mis hijas tienen 6 y 11 años y pasan muchas horas ahí solas. Y ese hombre ha estado aquí todo el rato», decía con impotencia una vecina que vive puerta con puerta a la casa de sus tíos. Asimismo, reconoció que Antonio Ortiz no le causaba buena impresión, pero «al igual que no me causa buena impresión alguien que veo por la calle». Los vecinos cuentan que el acusado de cinco hechos consumados y otras tres tentativas pasaba varias horas al día sentado en el único banco que hay en el patio del callejón donde estaba pasando unos días. «Fumaba todo el rato, mientras permanecía ahí mirando como jugaban los niños», explicó una madre. Antonio Ortiz hacía lo propio en Ciudad Lineal, donde merodeaba parques y tiendas de golosinas. «Podía haberle pasado una barbaridad a algunas de nuestras niñas», comentó una señora con los ojos vidriosos. Además, hay dos colegios muy próximos al lugar donde fue arrestado. «Menos mal que ya está en Madrid», comentó aliviada una madre.

En Santander, pocos conocen al violador de Ciudad Lineal. Su primera visita tuvo lugar en junio. «Su tío me lo presentó orgulloso. Me da mucha pena, porque Nacho es muy buena persona», dijo Sandra, que regenta un bar por la zona. Nunca fue solo al bar, muchas mañanas iba con su tío a tomar café. «Es una persona muy callada. Sólo hablaba con su tío. Aunque una vez vi que vino con un coche deportivo, se notaba que tenía dinero, y le pregunté si era suyo», explica Sandra. «Me dijo que tenía varios vehículos y que viajaba mucho por trabajo». A Sandra le sorprendió que en esta última visita apareciera con un coche viejo. Y es que Antonio Ortiz se movía ahora en vehículos más normales, para intentar pasar más desapercibido. El resto de vecinos, casi nunca lo vieron por la zona. El violador quería tener un perfil bajo para poder seguir sembrando el terror.