Elecciones municipales

El trabajo de oposición de Lissavetzky: cero propuestas en Pleno

En un año, el portavoz del PSOE en la capital ha registrado 11 preguntas a Botella

Jaime Lissaveztky, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid
Jaime Lissaveztky, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madridlarazon

madrid- La alcaldía del Ayuntamiento de Madrid siempre ha sido un puesto goloso y ahora, tras la designación de Elena Valenciano como número uno del PSOE de la lista a las elecciones europeas, la silla del amigo de juventud de Rubalcaba, Jaime Lissavetzky, vuelve a estar sobre arenas movedizas. La designación de la «número dos» de Ferraz es entendida desde la federación madrileña como uno de los «últimos coletazos» del líder nacional, por eso, los detractores de la dirección federal en el Partido Socialista de Madrid ya miran de reojo un puesto al que no han dejado de salirle novios. Muchos consideran que Lissavetzky no está haciendo los méritos necesarios para gozar de un «caramelo» como es la portavocía del principal partido de la oposición en la capital. «No está sacando suficiente partido al puesto, podría tener una proyección mucho más importante frente a Ana Botella pero no logra sacar rédito político a nada», valora un miembro de la federación madrileña.

Sobre el papel, los datos dan la razon a estos críticos, porque la labor municipal del portavoz socialista, Jaime Lissavetzky –que sí ha protagonizado duros enfren-tamientos con la alcaldesa de Madrid en las sesiones de Pleno–, es más bien discreta: ha realizado cero propuestas en su último año de trabajo en el hemiciclo de Cibeles. Sus detractores le han hecho las cuentas y reprochan a Lissavetzky que apenas realizara una pregunta en Pleno a cuenta de la huelga de limpieza viaria que se produjo en Madrid el pasado noviembre y que se alargó durante 13 días. De hecho, dicen, en esta comparecencia el portavoz socialista acusó a la regidora de mentirosa e incapaz en una intervención más cargada de insultos que de propuestas.

Aunque los últimos meses ha estado más moderado, la realidad es que su actividad parlamentaria se limita a una única pregunta por Pleno. Al menos desde marzo de 2013, en el orden del día de cada uno de los plenos mensuales del Ayuntamiento de Madrid Jaime Lissavetzky ha incluido una única pregunta, frente a la media de dos del portavoz de UPyD, David Ortega y 1,5 de su homólogo en Izquierda Unida, Ángel Pérez. Además, a diferencia de éstos, el portavoz socialista no forma parte de ninguna comisión de Área de Gobierno, en las que se estudian los temas municipales en detalle antes de, por su importancia, pasar a debatirse en el Pleno.

Lissavetzky ha sido incluso «cazado» repitiendo pregunta. Hubo dos meses en los que realizó la misma cuestión, hasta con el mismo encabezamiento, a la alcaldesa. Tanto en el pleno de julio como el de septiembre de 2013 preguntó a Botella ¿qué piensa hacer para que Madrid mejore, amplíe y diversifique su atractivo como ciudad?

En general, las preguntas que realiza el portavoz socialista son genéricas respecto al trabajo de la alcaldesa, sin meterse en cuestiones concretas salvo excepciones contadas. Así, en el último año, Lissavetzky ha preguntado por el balance de la legislatura, la ejecución presupuestaria, los planes de reforma municipal, o qué está haciendo para combatir la pobreza. También ha cuestionado las acciones de Botella respecto a la política de otras administraciones como el presupuesto que el Estado adjudica a la ciudad o las acciones frente a los recortes nacionales. Este tipo de preguntas contrasta con las de los otros portavoces que suelen ser más concretas y que, además, presentan propuestas de distinto tipo. Desde marzo de 2013, Lissavetzky no ha presentado propuestas, todo han sido preguntas a la alcaldesa.