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Fiebre «rockabilly»

Desempolve la chupa de cuero, acuda al Autocine y celebre el cuarenta cumpleaños de «Grease» en un «dinner» americano

La actriz Eider Esnaola del Musical Grease, posa en el Restaurante Peggy Sue
La actriz Eider Esnaola del Musical Grease, posa en el Restaurante Peggy Suelarazon

Desempolve la chupa de cuero, acuda al Autocine y celebre el cuarenta cumpleaños de «Grease» en un «dinner» americano.

Domingo por la tarde. Está apoltronado en el sofá de su casa, da igual en qué punto de la región. Ensimismado, cambia de canal con la esperanza de encontrar algo interesante y, cuando está a punto de cejar en su empeño, sucede de nuevo. Un joven Travolta embutido en pantalones de cuero y con un peinado a lo Elvis Presley exhorta: «Why this car is automatic! It’s systematic! It’s hydromatic!». Usted farfulla: «It’s greased lightning» y abandona el zapping, hipnotizado por el brillo de la gomina, el ritmo «rockabilly» y los amoríos de instituto.

El hechizo al que nos somete «Grease» es casi tan inevitable como sentirse envejecer al descubrir que este clásico popular celebró su 40 cumpleaños el pasado 16 de junio. Fue ése mismo día pero de 1978 cuando fue proyectado por primera vez en Estados Unidos y, desde entonces, ha sido relegado a mera «chiquillada» inofensiva, amena y disparatada. Pero si algo ha de reconocérsele a Randal Kleiser es que esta parodia del cine adolescente de los 50 ha logrado conservarse en formol. Por ello y, con motivo de su XL aniversario, este diario le invita a caminar por las tiendas de «vintage» de Malasaña con chulería, como si la ciudad le perteneciera.

UNA «JARANA DE FLIPAR»

El madrileño promedio podría haber visto esta película entre una y diez ocasiones. Eider Esnaola perdió la cuenta a la «ciento cincuenta y muchas». La donostiarra pide tiempo para realizar un cálculo rápido y confiesa: «En verdad, las 250 no me las quita nadie». Este fenómeno tiene su explicación. Esnaola es actriz de teatro, cantante y directora artística del espectáculo Sing-Along, producido por la compañía madrileña La Tropa Produce, en el que interpreta a Sandy Olson desde 2014. Admite que el concepto de Sing-Along es «complicado». Se basa en la proyección de películas musicales subtituladas en versión kararoke; mientras, el público canta, baila, salta y participa durante todo el show. «Puede hacerse en teatros, pero es todo lo contrario al teatro», explica su actriz protagonista. «¿Cómo lo definiría yo? Como una “jarana de flipar” junto a otras 200 o 300 personas que se saben las letras de “Grease” de “pé a pá”». La última vez que protagonizó un Sing-Along en Madrid fue el pasado 9 de mayo, en el gimnasio de un instituto decorado con globos y papel higiénico. Para la próxima actuación habrá que esperar a que La Tropa Produce anuncie fechas. Hasta entonces, ¿cómo podría un madrileño sentirse un T-Bird o una Pink Lady? Esnaola recomienda irse de compras por Malasaña, cenar en Peggy Sue's y terminar la noche en un karaoke porque «da igual qué canción de “Grease” pidas, te va a acompañar toda la sala».

UNA RIZZO DE 250 METROS

Dos perritos calientes, el coche niquelado y la rubia que le gusta. Llegado el momento finge un bostezo para estrecharla bajo el brazo, ella le da calabazas, se baja del automóvil y el jovencito suspira: «¡Oh, Sandy!». Para ellos se ha acabado la película, pero no para usted. El Autocine Madrid RACE, situado en Isla de Java nº2, cuenta con una superficie de 27.000 metros cuadrados y tiene capacidad para 300 coches. Hace poco más de un año que colgaron el «sold out» en su inauguración con la proyección de «Grease» pero, a petición popular y hasta el 21 de junio, podrá volver a angustiarse con el enredo adolescente de Rizzo en una pantalla de 250 metros cuadrados. Quién sabe si la velada concluirá tal y como la confundadora Cristina Porta nos describió la última sesión, en la que los espectadores terminaron acompañaron «You're The One That I Want» con el claxon.

Coches a lo «Greased Lightning»

Por lo general, el Autocine Madrid RACE le propone sustituir la butaca de cine por el asiento de su coche. No obstante, el próximo 21 de junio –último día en que se proyecta «Grease»–podrá cambiar el tapizado por el comfort de la nueva zona de hamacas a pie de pantalla, que se compondrá de 140 sillas con servicio de camareros. El mismo día se celebrará también una exposición de coches clásicos de la década de los 50.

Más vintage

El «universo fifties» está en Malasaña. Le Petit Vintage, El Templo de Susu o Lady Cacahuete son algunas de las tiendas de moda.

Una tarde sobre ruedas. Rolling Dance & Burger impartirá clases gratuitas de patinaje en julio.