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Gómez llevará la decisión de Ferraz a los tribunales

Tomás Gómez, durante su comparecencia esta mañana para hablar de su destitución.
Tomás Gómez, durante su comparecencia esta mañana para hablar de su destitución.larazon

Dará batalla. No tardó ni dos horas el líder socialista en la Comunidad de Madrid en manifestar ayer su intención, una vez más, de rebelarse contra una decisión de Ferraz. En esta ocasión la cuestión es distinta. Tomás Gómez recibió ayer –según explicó a través de los medios– la noticia de su cese y de toda su Ejecutiva. A partir de ahora, a cien días de las elecciones autonómicas, el Partido Socialista de Madrid (PSM) se queda sin candidato y en manos de una gestora. El hasta ahora líder del PSM aparecía ante los medios flanqueado por medio centenar de fieles. Miembros de su ejecutiva, diputados, concejales... Todos aplaudieron, literalmente, su decisión de plantar cara y exigir una rectificación a la dirección nacional de su partido.

Atrincherado en la sede regional de los socialistas, en el Palacio de la Prensa, en Callao, Tomás Gómez aseguró que la decisión de Ferraz es un «inmenso error de Pedro Sánchez que tiene consecuencias desastrosas para nuestro partido y para todos los procesos electorales inmediatos a los que está llamado el PSOE». Asimismo añadió que va a defender «la democracia y a esta federación de los ataques como el que ha recibido hoy, y también mi honor, en los órganos internos del partido y en los tribunales». Y es que el ex alcalde de Parla tiene muy claro que «esto está muy lejos de haberse acabado» y no dudó en arremeter contra el líder federal: «Una vez se ha sabido por los medios, Pedro Sánchez me ha hecho una llamada telefónica. Llevamos muchos años dando una batalla política para acabar con un gobierno de la derecha y dar a Madrid un futuro distinto, lo hemos hecho en condiciones muy duras, luchando con una maquinaria político mediática y económica, han intentado construir el desgaste del PSM y, especialmente, el de su portavoz y candidato, que soy yo; lamento que el secretario general del PSOE, en la debilidad de su liderazgo, se suba a caballo de ese desgaste que ha construido la derecha». ¿Por qué ha tomado ahora Sánchez esta decisión? ¿Tiene algo que ver con una posible próxima imputación sobre el sobrecoste del tranvía de Parla? El secretario general del PSM lo tiene claro, así subrayó que lo único que quiere la actual dirección federal es mantener «el poder interno». Desde su entorno quisieron ayer recordar que el pasado octubre Gómez se convirtió con el apoyo del aparato nacional –no se presentó ningún rival– en el candidato a las autonómicas que se celebrarán este mayo al lograr recoger los avales de la mitad de los 15.000 militantes del PSOE en la Comunidad de Madrid. No hace ni dos meses, añadieron estas fuentes, Sánchez mostraba en público su total confianza en el dirigente madrileño sobre el que tanto él como la Ejecutiva federal depositaban toda su confianza de cara a las elecciones.

Eso era antes. En las últimas semanas los gestos públicos no han sido tan efusivos y, aunque ayer en Callao insistieron en que la noticia caía como un jarro de agua fría, que no sabían nada, lo cierto es que la salida del presidente del PSM, Juan Barranco, ya hacía presagiar el final de la dirección regional. «Esto se llevaba gestando semanas», añadieron las fuentes consultadas por LA RAZÓN que explicaron que algunos de los principales barones del socialismo madrileño ya habían dejado de confiar en Tomás Gómez: «Estaban esperando al 25 de mayo, a que él mismo diera el paso y dimitiera, pero ya no podemos llegar a esa situación», aseguraron. Así, mientras durante su comparecencia Tomás negaba que existan rencillas internas en el PSM –de hecho agradeció «las múltiples llamadas y correos» que recibió o largo de la mañana– ,y añadía que su apoyo a Sánchez como secretario general ha sido «el único problemilla orgánico que ha tenido esta federación en mucho tiempo», otras fuentes aseguraban que desde Ferraz los sondeos previos a la decisión habían comenzado hace semanas y que Sánchez cuenta con la aprobación de los pesos pesados del partido en Madrid que, eso sí, se negaron a participar de forma pública la caída de Tomás Gómez.

Cónclave madrileño en Ferraz

Coincidiendo con una manifestación promovida por los partidarios del secretario general madrileño en la sede de Ferraz, la dirección federal convocaba de urgencia ayer por la tarde a algunos de estos «barones» madrileños con el objetivo de montar la gestora que dirigirá a partir de ahora el futuro del PSM con Rafael Simancas a la cabeza.

En Callao, bajo la premisa dictada por la «número dos» de Gómez, Maru Menéndez, que dijo que «no hay razones políticas ni estatutarias» para tomar esta decisión, ya trabajan para iniciar la guerra interna. El PSM necesitaría el apoyo de un tercio de los miembros del Comité Federal para convocar una reunión extraordinaria en la que discutir su caso en los términos que anunció antes de recurrir a los tribunales. Este órgano cuenta con 300 miembros y a Gómez se le acaba el tiempo. Las elecciones son en tres meses y medio.