Madrid
Hallan un zulo con armas y explosivos oculto en Madrid
La Policía investiga el origen de las armas enterradas con cinta aislante en el campo.
Ha sido un ciudadano que paseaba por la zona boscosa quien, al parecer, se topó con el hallazgo a primera hora de la mañana. El hombre, asustado, llamó al Puesto de la Guardia Civil de Majadahonda aunque el terreno campestre se encuentra en el término municipal de Pozuelo de Alarcón, demarcación de Policía Nacional. Agentes de ambos cuerpos se personaron en el lugar y comprobaron, atónitos, todo lo que había allí: dos fusiles de asalto AK-42 y AK-49 con dos cargadores, una granada de mano, ocho silenciadores, un cargador de 9 milímetros, otros dos cargadores y munición variada además de dos rotativos policiales.
Todo ello se encontraba precintado para evitar que el contacto con la tierra y la humedad del subsuelo estropearan los materiales y los dejaran inservibles. Los agentes de la Policía Científica, que acudieron al lugar para realizar la inspección ocular, trabajarán ahora en tratar de determinar el origen no sólo de las armas sino de la cinta de embalar y las posibles huellas y otros vestigios que pudieran ayudar a determinar la identidad del o de los propietarios de las armas.
La primera reacción de los agentes fue pensar que grupos yihadistas prodrían estar detrás del zulo, sobre todo, por los fusiles de asalto, muy utilizado por estas corrientes de corte radical. Sin embargo, fuentes policiales descartaron enseguida que se tratara de tal extremo y se inclinaron por pensar en bandas del este, que también podrían utilizar estas armas. Tampoco parecía habitual entre radicales religiosos la utilización de rotativos policiales, según las mismas fuentes.
No obstante, el temor a que pueda pertenecer a radicales yihadistas no cesa. Los grupos islamistas podrían haber planeado alguna actuación en un futuro y habrían dejado escondidos los útiles necesarios enterrados en el campo. En cualquier caso, serán los análisis realizados por los agentes de la Policía Científica los que podrán arrojar algo de luz al inquietante hallazgo en esta «tranquila» zona del noroeste de la región.
Otras fuentes policiales criticaron la actuación de sus compañeros y aseguraron que lo que se podría haber hecho es dejarlos en su sitio y esperar a ver quién iba a recogerlos tras diseñar un discreto operativo de vigilancia. Sin embargo, la zona es relativamente transitada y este extremo podría haber puesto en peligro la seguridad de los ciudadanos.
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