Restaurantes
Halloween a mesa puesta
Nos gusta celebrar la noche de Halloween alrededor de la mesa. Así que vayamos al grano. Un plan imbatible para ir con niños, al fin y al cabo en esta festividad los protagonistas son ellos, es acercarse a la casa del terror «Pesadilla» en Burger King, en el 69 de Gran Vía. Ha sido diseñada por profesionales estadounidenses famosos por sus pasajes del terror y en ella podremos devorar la «Nightmare King» gratis. Cuidado, porque posee una combinación de proteínas que, según un estudio, aumenta las posibilidades de tener pesadillas esa noche. Para el postre, contamos con Lolo Polos, que innova con cinco sabores creados con ingredientes cien por cien naturales. Atrévase con «Hogueras de brujas», «Sangre de Transilvania», «Calabaza diabólica», «Polvo de huesos» y con «Garras de hombre lobo».
Y, ¿hay algo más americano que una buena crema de cacahuete? No. Por eso, Capitán Maní se une a Malvy’s Shakes, firma conocida por crear alguno de los «crazyshakes» más de moda, como los taiyakis o los waffles, y el resultado es un aterrador maníshake. Quien acuda a Sasha Boom no tiene otra que probar el cóctel «The Joker», del bartender Kevin Ovando. ¿A qué sabe? A lima, puré de piña, ron, brandy, hielo picado y una pizca de sirope de mora, que recuerda al traje púrpura que viste el personaje de ficción. Si reserva en Bacira, Gabriel, Vicente y Carlos le recibirán con un Bloody Mary, mientras que María Luisa, de La Cocina de María Luisa, prepara una deliciosa crema de calabaza con níscalos y el toque dulce lo ponen los buñuelos de plátano con salsa de chocolate o miel de encina. Manu Urbano, por su parte, sugiere en La Malaje la alboronía de calabaza con huevos de pintada y los buñuelos de manzana.
Una dirección a tener en cuenta es también Las Cuevas de Sandó, cuyo cocinero anuncia tumbas caramelizadas, que en realidad es un escalope de foie con cereales y cebolla caramelizada al PX. A El Canadiense hay que ir a comer una auténtica Pecan Pie, servida con helado de galleta, y a Cómala, el magret de pato con crujiente de calabaza y jugo, además de los huesitos sangrantes. Quien se adentre en Platea, de Canalla nos entusiasman las quesadillas de queso Oaxaca y tinga de pollo tanto como el taco de cerdo al pastor con pico de gallo y piña. Como cóctel, atrévase a probar «No existe la muerte», hecho con tequila Don Julio Blanco, sirope de frambuesa, licor de mora, limón, clara de huevo y canela. Por otra parte, la tarta de calabaza para comer en casa, la compramos en The Cookie Lab, espacio inaugurado por Dana Knowles, fundadora de Taste of America, mientras que para probar buñuelos de natillas, de flan, de cuajada, de arroz con leche, de manzana asada o de tarta de chocolate, sabores creados por José Fernández, acudimos a Nunos.
En el caso de que tenga pensado organizar la fiesta en casa sin ganas de tocar los fogones, ceda el trabajo a Fudeat (fudeat.com), que elabora un menú divertido ideado por alguno de los caterings de la plataforma. Como ejemplo, El Laurel, que tiene en mente llenar la mesa de quien lo desee de arañas en formato de pizza, momias creadas con salchichas y calabazas de carne mechada. Sin embargo, Somos, el espacio gastronómico del hotel Barceló Torre de Madrid, con una de las mejores vistas a la Gran Vía, prefiere celebrar con sus comensales el día de Todos los Santos. Para abrir boca, nada mejor que la crema de calabaza y naranja, tan rica como el otoñal canelón de boletus y castañas. Aunque los paladares carnívoros pueden decantarse por el solomillo con salsa de frutos rojos, remolacha baby, patata morada y kale frita.
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