Comunidad de Madrid

Jaime de los Santos: «La cultura nunca puede estar de espaldas al ciudadano»

El Director general de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid inaugura un festival de arte sacro en el que, por primera vez, se mezcla la música clásica con el jazz y el cine contemporáneo.

Jaime de los Santos: «La cultura nunca puede estar de espaldas al ciudadano»
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El Director general de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid inaugura un festival de arte sacro en el que, por primera vez, se mezcla la música clásica con el jazz y el cine contemporáneo.

«Define moderno», pide Jaime de los Santos, comunicador, publicista y ahora responsable de promover la Cultura en la Comunidad de Madrid. Un debut en el mundo político en el que se estrena con nada más y nada menos que el IV Centenario de Cervantes, en el que la mirada del mundo cultural internacional va a estar pendiente de las celebraciones en la cuna del autor del Quijote. De momento, una pica en Flandes, mezclar el arte sacro y el patrimonio eclesiástico de la región con música contemporánea o un ciclo de cine.

–¿Qué le falta a la Cultura en Madrid? ¿Qué hay que impulsar?

–La cultura en Madrid es extraordinaria pero creo que siempre hay un camino que recorrer. Quizás, reivindicar lo que es propio. La Comunidad de Madrid representa un hito dentro de lo que España tiene que contarle al mundo. Debemos recordarlo y recordárselo a nuestros ciudadanos: tenemos que sentirnos muy orgullosos de todo ese tejido cultural que nos representa y que da una imagen de lo que somos extraordinaria.

–¿Para lograr este objetivo va a apostar por introducir elementos modernos?

–Define moderno (ríe). Es muy importante llegar a nuevos públicos y es evidente que los adolescentes y la gente joven tienen una manera diferente de enfrentarse con las artes. En este caso, lo hacemos con una programación mucho más activa o con patas más contemporáneas. Y, por ejemplo, en la sala de arte joven de la Comunidad de Madrid se acaba de inaugurar una ventanilla única, para asesoramiento constante a los jóvenes artistas plásticos. Otras programaciones, como la de Suma Flamenca, van a tener entre sus títulos a jovenes emergentes. Es cierto que el artista consagrado tiene que ser reivindicado en este tipo de programas pero dando paso a estos nuevos valores, también a través de ellos llegas a nuevos espectadores, a nuevos públicos. Estamos renovando hasta la imagen gráfica de los festivales, todas las adaptaciones en programas de mano. Porque, insisto, creo que hay que hacer bastante más atractiva la programación porque por mucho que el concierto sea de una excelencia absoluta, tiene que ir acompañado por este tipo de criterios. Esto más que modernizar es contemporaneizar. No estar de espaldas. La cultura nunca puede estar de espaldas al ciudadano.

–Para empezar, ha revolucionado el festival de arte sacro con disciplinas más modernas en su programación. ¿Cómo ha elaborado una mezcla tan ecléctica?

–Hay que entender lo sacro no solamente como lo sacro de la religiosidad, sino de lo sagrado como un concepto más amplio, como esas músicas del espíritu. Al final, quizás la música como disciplina artística sea, la más pura, la que llega de manera más directa a lo que es el espíritu. Lo decía Plotino, esto de escuchar la música con los ojos cerrados y que el espíritu se enriqueciera. Es cierto que este festival, y además en esta edición amplía a otras disciplinas, como el jazz, como las músicas contemporáneas. Es la primera vez, porque creo que el hecho místico, el hecho espiritual es un hecho también universal y horizontal, y se quería reflexionar en torno a esa idea. Tengo la suerte de que esta dirección general ha reunido todas las bellas artes, tanto las plásticas como las escénicas, y creo que este festival de arte sacro también va a recoger toda esa idiosincrasia. Por un lado, con el ciclo de cine, con las propias músicas que van a ser maravillosas y también con la contemplación de esos espacios arquitectónicos muy en la línea de los que la Dirección General de Patrimonio, a cargo de Paloma Sobrini, defiende: poner en relieve esos espacios únicos y que, además, dicen mucho de lo que nuestro país ha aportado a las bellas artes.

–Y se celebra casi en los mismos escenarios que el que solía hacer el Ayuntamiento de Madrid en las iglesias de la capital, hasta la pasada Navidad.

–Madrid tiene un patrimonio cultural absolutamente único y alguna de las iglesias más bellas que hay en España están en la capital. Qué mejor que vivir la experiencia mística de escuchar piezas como las que vamos a escuchar en este festival en marcos tan incomparables como la Capilla Real del Palacio Real, la iglesia de la Encarnación, San Antonio de los Alemanes.

–Este año todo el mundo va a estar mirando cómo celebra Madrid el IV aniversario de la muerte de Cervantes ¿Cómo afronta el reto?.

–Es cierto. Aunque las conmemoraciones ponen un punto en cuanto a la comunicación y al impacto que tienen que tener esos personajes, la verdad es que Miguel de Cervantes es universal, imprescindible y un referente en el 2016, en el 2015, en el 2017 y a lo largo de toda la historia. Aún así, desde la Comunidad de Madrid se van a llevar a cabo infinidad de acontecimientos para resaltar su figura, desde conciertos extraordinarios, en la noche de los libros, en la iglesia de San Jerónimo el Real, la «Missa pro defunctis», que también será un motivo para reflexionar sobre lo que cervantes significa. Exposiciones como las tres que ha planteado la casa natal Cervantes en Alcalá de Henares o la noche de los teatros el próximo 1 de abril, que girará en gran medida alrededor de la obra cervantina. Madrid lleva a gala ser la cuna de Miguel de Cervantes y va a sacar toda la energía para que este año, si cabe, se hable más de él y, sobre todo, se reflexione más sobre lo que su obra ha significado en todos los tiempos.