La Justicia anula el sistema de los semáforos-radar

Elimina una multa por rebasar un disco en la avenida del Mediterráneo porque en la foto no se aprecia si podía haberse detenido antes del rojo

De nuevo un dictamen judicial anula la sanción y la detracción de puntos impuesta por el Ayuntamiento de Madrid a causa de semáforos foto-rojo. La resolución del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Madrid vuelve a evidenciar la falta de garantías de un sistema que ya sólo en el año 2015 recibió 21.749 denuncias y que ha recaudado más de 4.349.800 euros. La última, en avenida del Mediterráneo.

Como forma automatizada de control se diferencia de un radar fijo en que no mide la velocidad de paso, sino que mediante cámaras instaladas al inicio y al final de un tramo concreto determina con dos capturas, en las que consta la hora exacta, el tiempo que tarda un vehículo en recorrerlo. Sin embargo, este sistema que somete a aquellos conductores que sobrepasen estos semáforos en rojo a una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en el permiso de conducir, ha dado prueba en numerosas ocasiones de fallos, pues resulta difícil determinar si el conductor tuvo tiempo suficiente de detenerse. Pero este no es el único problema, más de diez sentencias por rebasar semáforos foto-rojo también fallan a favor de los conductores, quienes recurrieron frente a la medida sancionadora del Consistorio. Entre sus demandas protestan por la escasa fiabilidad de la fotografía presentada en la que en algunos casos el semáforo aparece en ámbar o no captura la situación al completo en la que otra regulación, por el contrario, sí permite a los vehículos de un determinado carril sobrepasar la línea. La sanción de la semana pasada, en concreto, cuestiona que el vehículo rebasase el semáforo en fase roja, pues no se puede saber si se pone en ámbar con la antelación suficiente, teniendo en cuenta que a 50 kilómetros por hora el coche recorre en un segundo 14 metros. Desde la organización de defensa de los conductores, Automovilistas Europeos Asociados (AEA), se plantean dos hechos fundamentales que califican de injustificada la medida del Ayuntamiento. Para imponerse una sanción de tal calibre, establece la sentencia , «debe quedar constancia de que el conductor podía haberse detenido» y duda de la fiabilidad con la que actúa «un aparato colocado junto al semáforo en condiciones que no se documentan», frente a la fórmula empleada en una situación normal en la que un agente de tráfico, antes de multar, «constata que se dan esas circunstancias». La notificación que recibió el conductor data del año 2012, pues este método fue instalado hace siete años. Sin embargo, antes de que acabe el año 2016, el Ayuntamiento instalará otros nueve semáforos de este tipo en la capital. Lo que sumará un total de 35 puntos de control que se repartirán en las intersecciones de la ciudad. Ante esta iniciativa, el presidente de la AEA, Mario Arnaldo, se mostró sorprendido por la insistencia «ilegal y contumaz» del Consistorio de continuar, en lugar de paralizar, la «utilización de un sistema sobre cuya fiabilidad ya se han pronunciado numerosos juzgados, el propio Tribunal Superior de Justicia de Madrid e incluso el Tribunal Supremo». Además, Arnaldo encuentra que el método «no garantiza la seguridad vial de peatones ni automovilistas». La sanción que se impondrá con los semáforos foto-rojo dependerá de la velocidad y podrá haber hasta cinco niveles que van desde los 100 euros para los que circulen entre 50 y 70 km/h, hasta el pago de 600 euros y suspensión de 2 meses del carnet de conducir cuando se rebasen los 100 por hora.