Madrid

La Policía desaloja un local que vendía alcohol a 57 menores

La organizadora también era menor y cobró la barra libre a 17 euros

El local, Espanta Trenes, está situado en el número 17 de la Avenida de Brasil, en el distrito de Tetuán
El local, Espanta Trenes, está situado en el número 17 de la Avenida de Brasil, en el distrito de Tetuánlarazon

Eran las 1:10 horas de la madrugada de ayer (la noche de fiesta del sábado) cuando los agentes de la Policía Municipal de Madrid fueron requeridos para acudir a un local situado en el número 17 de la Avenida de Brasil. La llamada la realizó una vecina por el «fuerte escándalo y presencia de menores» y fue lo que comprobaron los funcionarios cuando llegaron al local de copas, llamado Espanta Trenes.

La Policía paró la fiesta (había música de baile y luces de discoteca) y comenzó a pedir los DNI a los asistentes a la fiesta y comprobaron que había 57 menores de edad que estaban consumiendo bebidas alcohólicas de alta graduación. Los menores, sin embargo, abandonaron el local sin necesidad de contactar con sus padres, ya que todos se encontraban en perfecto estado y no presentaban un grado de intoxicación alcohólica que necesitara la asistencia de sus progenitores, según fuentes policiales. Estos menores explicaron a los agentes cómo se había organizado esa fiesta. Al parecer, se les ofertó el acceso y «barra libre» tras pagar 17 euros la entrada. A la organizadora, también menor de edad, le ofreció el local «un tal Ramón», quien le realizó la oferta del local aún a sabiendas de que no había cumplido los 18 años de edad y que la mayoría de los asistentes se encontraban en la misma situación. Los agentes no pudieron conseguir ningún panfleto o «flyer» que anunciara la oferta pero, al parecer, ésta se realizó vía telefónica o verbalmente.

A pesar de que les aguaron la fiesta, que ellos sabían que iban a una fiesta donde tenían la posibilidad de adquirir bebidas alcohólicas. De hecho, las estaban consumiendo. Aun así, como les habían pillado in fraganti y, dado que ni siquiera se iban a enterar sus padres, casi todos manifestaron ante los agentes su intención de presentar ante el órgano competente una reclamación por el servicio recibido y poder recuperar así la cuantía de la entrada abonada. En presencia de los agentes, de hecho, los chavales comenzaron a rellenar hoja sde reclamaciones.

Los agentes de la Policía Municipal aseguraron que, según lo reflejado en la licencia de funcionamiento, la actividad autorizada para ese local es de «café-espectáculo», pero los funcionarios observaron varias irregularidades respecto a lo autorizado según el Catálogo de Espectáculos Públicos. La más evidente es que no ofrece ninguna representación teatral ni musical y que no existe espacio alguno destinado a camerinos. Tampoco tenía la documentación necesaria, como el certificado de extintores y sólo había un extintor sin colgar en la cabina del DJ.

En el momento de la inspección se identificó a Erich S. P. B., un ciudadano alemán de 52 años.