Tetuán

La Policía pide al juez el desalojo urgente de la okupa neonazi

La Razón
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La calle Lérida se ha convertido en la delgada línea de poco más de 600 metros, que separa los dos cuarteles generales de la batalla que se libra en Tetuán. Este distrito de 150.000 habitantes, conocido por el alto porcentaje de extranjeros de origen latino, se ha convertido en un «polvorín» a punto de saltar por los aires. El motivo es que desde mediados de agosto una treintena de jóvenes simpatizantes de la extrema derecha ha ocupado un edificio en la calle calle Juan de Olías, 11, un inmueble industrial de 850 metros cuadrados, situado a sólo seis minutos caminando de la casa okupa conocida como La Enredadera, que desde hace cuatro años «gestionan» movimientos cercanos al 15-M.

La «ocupación patriótica» del llamado Hogar Social Ramiro Ledesma –que toma el nombre del escritor fundador del movimiento nacionalsindicalista– se ha llevado a cabo, según reza el manifiesto de sus integrantes, para la «realización de actividades de tipo lúdico, social y cultural, sin dejar de lado el dar cobijo a los españoles más necesitados». Este último matiz es el que ha encendido la mecha: los jóvenes cercanos a la ideología de ultraderecha que albergan el Ramiro Ledesma ponen requisitos para ofrecer su ayuda: «Hay que ser español, noble y sano», explica una joven entrevistada por la plataforma de vídeos web «Wouzee».

Este lema ha caído como una «provocación» en el barrio, integrado en un 17% por extranjeros. Una afrenta a la que habrían respondido desde la extrema izquierda, que reside en la casa «okupa» La Enredadera que, a los pocos días de la llegada de los nuevos vecinos les recibió con pintadas en su fachada de «fuera de nuestros barrios», una esvástica tachada y con la puerta incendiada con gasolina. Los insultos, amenazas, lanzamientos de piedras e incluso de cócteles molotov no han cesado un solo día, explican los vecinos de la zona. «Unos días son unos, al día siguiente son los otros», añade la dueña de un establecimiento cercano a una de las casas. Pero lo que se había quedado en enfrentamientos «callejeros» subió de tono con la llegada del mes de septiembre. Un joven de 22 años de origen chileno recibió una paliza por parte de un grupo de chicos muy cerca del Hogar Social de ultraderecha, según denunció la Asamblea Popular de Tetuán.

Este domingo por la noche se denunciaba una segunda agresión, esta vez un apuñalamiento a un hombre de 41 años y nacionalidad dominicana. La Policía cree que detrás del suceso estarían los integrantes del Ramiro Ledesma, ya que en la descripción que hizo de sus atacantes mencionó unas caretas blancas con las que se han tapado en varias ocasiones los jóvenes de ultraderecha para salir a las ventanas del edificio que han ocupado. Desde el otro «bando», además de organizar manifestaciones y colgar pancartas contra el «hogar» Ramiro Ledesma, se habrían lanzado piedras y objetos incendiarios.

Con la mecha más que prendida, la Policía informó ayer de la actuación que está llevando a cabo en la zona para evitar que esta guerra se cobre más víctimas.

Dado que la entidad propietaria del edificio (una asociación de origen chino relacionada con el empresario Gao Ping) ya ha denunciado ante la Policía esta situación, los agentes están elaborando un informe para acreditar en el juzgado la necesidad de desalojarlo «urgentemente».

El desalojo sólo puede llevarse a cabo mediante una orden judicial, por eso la Policía Nacional está elaborando un informe que acredite ante el juzgado los motivos de urgencia que existen para que se ordene a la mayor brevedad posible el desalojo del edificio. Así, la Policía ejecutará el desalojo en el mismo momento en el que reciba el mandamiento judicial. Mientras tanto, según informaron fuentes de la Delegación de Gobierno, ha establecido en torno al edificio ocupado servicios de vigilancia estáticos y dinámicos a cargo de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) o antidisturbios, de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Brigada de Información.

Asimismo, estas mismas fuentes añadieron que la Policía está estudiando las denuncias que puedan presentarse respecto a agresiones u otros delitos cometidos por las personas que ocupan la casa, para llevar a cabo las detenciones que, en su caso, procedan.

Mientras tanto, los vecinos de Tetuán aseguran estar aterrorizados. Así lo explicaba en declaraciones a Europa Press la activista y vecina Almudena Izquierdo. «Pronto se harán movilizaciones» porque, aseguró, que además de la agresión a un joven chileno y a un dominicano se produjo otra a un «joven de izquierdas» que repartía panfletos en la calle. «El chico tenía señales de que le habían agredido con un puño o con algo metálico», explicó.

Por su parte, ayer SOS Racismo instó a las Fuerzas de Seguridad del Estado a perseguir «con firmeza» acciones como la agresión al ciudadano dominicano del domingo por la noche. Asimismo, desde la organización exigieron el «cierre inmediato» del autodenominado Hogar Social Ramiro de Ledesma.

Por último, ayer también, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, pidió en declaraciones a Ep la intervención de la Fiscalía de delitos de odio frente a las prácticas discriminatorias que se están produciendo en los centros sociales neofascistas como el situado en Tetuán.