La Policía realiza tres intervenciones al día contra el robo de cartón

Los agentes tramitaron en octubre 58 denuncias contra las bandas organizadas que se dedican a este negocio. Este año 11 personas han sido detenidas por introducirse o forzar los contenedores.

Sólo en 2017, la Policía Municipal de Madrid ha realizado 426 actuaciones relacionadas con el robo de cartones, una cifra que demuestra que se trata de un «negocio» al alza si se compara con las de años anteriores (33 actuaciones se hicieron en 2011, 56 en 2012, casi 200 ya en 2013...). El año pasado se llegó incluso a las 524, pero el dato que pone realmente de manifiesto que ahora no se trata sólo de robar los cartones que quedan fuera del contenedor o amontonados a las puertas de cualquier establecimiento –esto sería una infracción administrativa–, sino de meterse dentro del contenedor para llevarse todo –lo que implica ya robo con fuerza o hurto–, es la cifra de detenidos y, en lo que va de año, ya van 11 individuos arrestados por introducirse en el interior de los contenedores o forzarlos para sacar el material. Quienes se dedican a esto son bandas organizadas que, en el 90 por ciento de los casos, están compuestas por ciudadanos de origen gitano-rumano. Los años anteriores apenas había uno o dos detenidos por año y, según fuentes policiales, además de que estas bandas están proliferando los últimos meses, los nuevos contenedores instalados por el Ayuntamiento de Manuela Carmena, parece que facilitan aún más la entrada de personas en estos cubos municipales.

Su precio se ha triplicado

Pero ¿por qué se han multiplicado estos «traperos» ilegales? La respuesta la tiene, básicamente, la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), que situó el año pasado el precio de papel y cartón en una media de 90 euros cuando en 2009 el precio medio era de 31 euros. Es decir, se ha multiplicado por tres.

En el pasado mes de octubre la Policía Municipal realizó, relacionado con el robo de cartones, 48 actuaciones y se interpusieron 58 denuncias: 106 intervenciones en total, lo que supone tres intervenciones diarias de media. Cuando los policías reciben un aviso o se topan in fraganti con una de estas escenas suelen intervenir de dos maneras. Si el individuo simplemente porta en un vehículo varios kilos de cartones y no puede explicar su procedencia está incumpliendo la Ordenanza municipal de Limpieza de Espacios Públicos y Gestión de Residuos de 27 de febrero de 2009. Según ésta, ninguna persona (física o jurídica) puede dedicarse a la gestión de residuos urbanos sin autorización o inscripción en el registro de gestores de residuos de la Comunidad de Madrid. Así, manipular o «rebuscar» en la basura, está regulado en el artículo 86 (apartado 1d) de esta ordenanza municipal. También regulan estas conductas el 87.2 y el 88.2 b, que habla, precisamente, de «dañar los recipiente suministrados por el Ayuntamiento o cualquier otro elemento de mobiliario urbano destinado a la recogida de residuos».

De esta forma, si les pillan con los cartones ya cargados en el vehículo, se les requiere la autorización para manipular residuos, además de la del vehículo y la autorización de transportista de Residuos No Peligrosos (RNP). Si no la presentan, además de requerirles el material, se les levanta acta por las infracciones a esta ordenanza. También suelen incurrir en un delito contra la seguridad vial porque su forma de actuar es la siguiente. Mientras dos van andando y recogen el material (fuera o dentro del contenedor), un tercero va conduciendo y otro o, incluso, dos más, van colocando la carga atrás. Es decir, que suelen ir cuatro o cinco personas, según las mismas fuentes. Pero lo peor (para ellos) es si los agentes les pillan en el interior del contenedor o forzando la boca del mismo para sacar el material. En ese momento sí pueden ser detenidos aunque sólo les imputarían un hurto o robo con fuerza. Estos robos perjudican, principalmente, a las empresas adjudicatarias de la recogida de residuos. Las únicas plantas de transferencia de cartón en al Comunidad de Madrid están en la capital, en el polígono de Vicálvaro, el de Aguacate (Carabanchel) y en el distrito de Barajas. No obstante, los agentes aseguran que las transacciones pueden hacerlas fuera del municipio y llegar a estos polígonos con la carga «lavada». Es decir, que a estas plantas llegaría la persona con autorización para vender aunque lleve material recolectado por estas bandas.