Salud

Leche materna a la carta para Daniela

Ana con Daniela, que pesó 900 gramos
Ana con Daniela, que pesó 900 gramoslarazon

La Unidad de Nutrición Personalizada del Gregorio Marañón es referencia en Europa

La semana que viene se cumplirán tres meses desde que nació Daniela. Desde entonces, ni ella ni su madre, Ana, han abandonado la unidad de prematuros del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Y es que esta pequeña nació demasiado pronto. “Daniela iba a nacer con otra hermanita, pero el embarazo se complicó y perdimos a su melliza”, explica la madre a la que aún le cuesta revivir esos momentos. Esta pequeña luchadora nació con solo 27 semanas, con 900 gramos y con problemas pulmonares por lo que pasó directamente a la UCI. Al ser prematura el cuerpo de su madre aún no estaba preparado para la lactancia y “firmé para ser receptora de leche por si no me subía suficiente. Sabía que era difícil”. Y es que tanto la matrona como las enfermeras ya le habían explicado la relevancia de que recibiera leche materna. “Hasta ese momento no sabía que era tan importante, pero cuando me dijeron que la podía ayudar a no tener problemas intestinales y la protegía de otras enfermedades, me sentí muy agradecida de que otras madres hubieran donado su leche para que mi hija pudiera utilizarla”. Además, A Ana no tardó en subirle la suya por lo que “necesitamos muy poquita donada”, pero “en ese momento decidí que, al igual que me habían ayudado a mí, también quería ayudar a otras madres que, estando en una situación similar, no habían tenido tanta suerte y así pudieran experimentar la misma tranquilidad que tuve yo”.

El altruismo de Ana y de las más de 130 madres que a lo largo de 2018 han donado su leche al banco del Gregorio Marañón es el que ha permitido que la Unidad de Nutrición Personalizada haya conseguido ser puntera en España y una referencia en el resto de Europa. “En el primer año que lleva funcionando hemos conseguido más leche que el hospital italiano de referencia a lo largo de cinco”, dice orgulloso Manuel Sánchez Luna, jefe de servicio de esta unidad que pertenece a Neonatología. La clave de su éxito es que “los bebés que lo necesitan reciben la leche de una madre cuyo hijo nació en con la misma edad gestacional que el pequeño que la precisa”, especifica el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

La unidad arrancó en marzo de 2018 y “a finales de mes ya contábamos con el primer lote apto para consumo”, explica Silvia Caballero, una de las responsables de esta unidad que lleva a cabo una medicina personalizada que incluye la nutrición como estrategia terapéutica para los bebés prematuros. Para conseguirlo se tiene en cuenta cada tipo de leche, ya que la composición nutricional en cada edad gestacional es distinta. Por eso, realizan una clasificación: calostro, leche que se produce tras el parto hasta los 5 u 6 días de vida; la leche de transición, que se produce hasta los 21 días de vida y la madura que se produce a partir de los 21 días de vida. “Esta última es la más grasa y la que ayuda al desarrollo neurológico del bebé”, sostiene Caballero. Y es que para los responsables de esta unidad, la leche materna es “oro líquido”. Por otro lado, la leche donada se divide a su vez por tramos de edad gestacional: menor de 28 semanas, entre las semanas 28 a la 32, de 32 a la 37, y por encima de la semana 37 de gestación. Es el proceso denominado adecuación, “para ajustarse a las características concretas del bebé que recibirá esa leche”.

La Unidad está integrada en el mismo Servicio de Neonatología para mantener contacto con las donantes. Así una madre de un recién nacido que recibe leche donada en los primeros días de vida , una vez que su producción de leche aumenta y supera las necesidades de su hijo, puede ser candidata a donar leche para otros futuros receptores, como es el caso de Ana. De esta manera se ha conseguido obtener unos volúmenes de leche donada, tanto de diferentes edades gestacionales como de los tres tipos de leche, que supera los de muchos bancos de leche regionales de España. Concretamente se han recibido 620 litros en el primer año de funcionamiento.”Y tenemos una madre de récord, ya que en tres meses ha donado más de 100 litros y aún sigue trayendo leche”, explican desde la Unidad.

En lo que se refiere a los beneficios médicos, este proyecto ha logrado disminuir en más del 80 % la incidencia de enterocolitis, una enfermedad que afecta al intestino y el colon y que puede requerir cirugía. Asimismo, ha registrado una disminución de la tasa de bacteriemia relacionada con catéter al poder retirar antes la vía intravenosa para la nutrición de los bebés.